El restaurante El Trull gana el mejor plato tradicional de Tarragona de ‘Joc de Cartes’
El establecimiento, especializado en cocina catalana y a la brasa, ha competido con La Xeriueta, Sargantana y Canteo Gastrobar
En su octava temporada, este miércoles el programa Joc de Cartes (3Cat), presentado por Marc Ribas, regresó con uno de los episodios clásicos: encontrar el mejor plato tradicional de Tarragona. Así, el restaurante El Trull 4 brasas, especializado en cocina catalana y a la brasa, se alzó con el codiciado reconocimiento culinario. El encargado de defender el fuerte gastronómico (ubicado en la N-340 Km 1168,5 de Tarragona) fue el propietario Jorge Piera (Galera Group), y primero en concursar.
«La experiencia ha sido muy positiva. Me quedé impactado del trabajo de la productora y de todo el equipo, más de cuarenta personas, desde la realización hasta el rodaje», explica. Él mismo recuerda que «después de reabrir este antiguo molino, el pasado mes de junio, en El Trull 4 brasas nos sentíamos preparados para concursar; para cualquier restaurador que confíe en él y en su producto, gane o no gane, Joc de Cartes es todo un aprendizaje».
En el programa, tuvo que competir con otros tres establecimientos. Desde Altafulla, Joan Tomàs de La Xeriueta, defendió una cocina catalana vinculada al territorio y los sabores locales; desde el Sargantana, de Roda de Berà, Laura Bellino cautivó con la cocina mediterránea de autor y especializada en arroces; mientras que en Tarragona, David Vélez sorprendió con el ‘tapeo’ moderno y los vinos excelentes de Canteo Gastrobar.
Para conquistar a los propietarios de cada restaurante y al mismo Marc Ribas, El Trull 4 brasas apostó por diferentes especialidades: Peus de porc, amb cargols i rossinyols; Cargols a la llauna amb picada de sobrassada; Calamar a la planxa encebat; Fricandó de vedella; Amanda de carbassa rostida, burrata i pesto de tomàquet sec, entre otras propuestas gastronómicas. Entre tanta variedad, Jorge Piera destaca que «a día de hoy, y por encima de técnicas culinarias modernas, cada vez se valora más el producto de calidad y de proximidad».
A lo que hay que sumar la dedicación del servicio. «Por muy buena cocina que tengas, si el servicio no cumple con las expectativas, los clientes no volverán», asegura el propietario, quien hace una comparación con la actitud a la hora de aprender en la escuela: «Por muchos conocimientos que tengas, si la actitud es mala, te pueden suspender; en cambio, si un alumno se esfuerza y tiene una buena actitud, puede aprobar». Y si un restaurante aspira a una mayor puntuación, «un maridaje perfecto y un buen precio» serán reconocidos con matrícula de honor.