El festival A Cel Obert de Tortosa celebra una década inspirándose en la ilusión
Del 6 al 8 de octubre, más de veinte edificios históricos serán el escenario de creaciones efímeras pensadas por profesionales
La percepción distorsionada de la realidad; la esperanza sobrevenida, ingobernable, incontenible y salvaje que sentimos cuando queremos conseguir un sueño; el efecto óptico. Estas tres definiciones corresponden al concepto de la ilusión y en el que se inspira, como nexo de unión, la décima edición del Festival de Intervenciones Efímeras A Cel Obert de Tortosa. El certamen se celebrará del 6 al 8 de octubre.
«Cada año buscamos un tema vehicular para que haya un nexo de unión entre todas las intervenciones artísticas y en esta décima edición hemos escogido la ilusión, tanto la ilusión como sentimiento como desde el efecto óptimo», argumentó la directora del festival A Cel Obert, Cristina Bestratén.
Este año, el público también podrá disfrutar de dos exposiciones. «Cuando buscamos espacios para configurar cada edición, nos damos cuenta de que hay muchos edificios que han sido transformados, así que en este décimo aniversario realizamos una exposición fotográfica que, bajo el nombre Els patis perduts de Tortosa, mostrará estos espacios», explicó Cristina Bestretén, quien detalló que la segunda muestra «es un trabajo conjunto con alumnos de secundaria que han ideado el Mural del pati del Palau Capmany y que refleja su percepción sobre el lugar».
De esta manera, A Cel Obert celebrará su décima edición, poniendo en evidencia, según palabras del alcalde de Tortosa, Jordi Jordan, que «después de esta larga trayectoria está consolidado como un festival cultural en nuestra ciudad y en las Terres de l’Ebre». Él mismo remarcó que «A Cel Obert lleva una década promoviendo el interés por nuestro patrimonio arquitectónico y cultural, gracias a todas las intervenciones que se realizan en diferentes espacios».
En esta línea, el certamen da un salto importante. «En total, habrá 21 espacios que serán visitables, entre el centro histórico de Tortosa y la EMD Jesús, y a su vez se han incorporado edificios que como El Pati i la Antiga capella del Convent de les Serves de Jesús, el Calvari, el Pati del Palau Episcopal, la Sala d’actes de la Casa Bau, el Magatzem de l’antiga fàbrica d’Olis Bau y el Palau Oliver de Boteller», detalló Jordi Jordan.
A todos ellos se suman también: el Pati de Sant Jordi i Sant Domènec, el Pati del Palau Despuig, el Pati del Palau Oriol, el Pati del Convent de les Carmelites Descalces, Pati d’entrada al Convent de Santa Clara, Pati del Palau Montagut, el Claustre de L’Escola per l’Art i la Cultura, el Pati del Museu de Tortosa, el Pati del Convent de la Puríssima Concepció Victòria, la Plaça dels Dolors, la Cripta de l’Església de la Reparació, espai Mossèn Sol, el Claustre de la Immaculada de Jesús, el Espai IMMART, la Sala del Polvorí del Parador de Tortosa, el Saló del Tinellet y el Passatge Franquet.
Por último y como novedad, la concejal de Cultura, Mar Lleixà, destacó que «se habilitarán espacios adaptados para personas con movilidad reducida para facilitar su acceso. La intención es cada año incrementar el número de patios accesibles, porque queremos facilitar que todas las personas puedan disfrutar del festival y de la riqueza arquitectónica y artística de la ciudad».