‘Black is a color’, una experiencia poliédrica en Reus
Quince creadores y creadoras exploran artísticamente el color negro en una muestra colectiva en el Espai Mil Nou
Una visión poliédrica del color negro, explorado a través de múltiples metáforas y significados. Inspirados en esta mirada, quince creadores y creadoras son los protagonistas de la exposición Black is a color, que hasta el próximo 29 de marzo se puede visitar en el Espai Mil Nou en Reus, dinamizado por la Associació d’Iniciatives Culturals Carles Amill, encabezada por Elena Padrell. La iniciativa se enmarca en el proyecto Black, que es la excusa para hablar de aquello que vemos o de lo que no vemos, de lo que no queremos ver o de aquello que vemos a pesar de no querer.
Del conjunto de artistas, el comisario de la exposición, Àlvar Calvet, afirma que «he elegido a aquellos y aquellas que en el 80% de su producción trabajan con el color negro, y otra de las motivaciones es darles mayor visibilidad».
Así, encabeza la lista la escultora Béatrice Bizot y su obra Continents (2023). «Es el reflejo de cómo el mundo está en constante cambio, lo que conlleva que muchas veces nos olvidamos de los valores esenciales; esto se evidencia en dos rostros, uno blanco y otro negro, pero ambos marcados por las grietas; ni un rostro es mejor que el otro ni viceversa, sino que deben encajar como si fuesen placas tectónicas; una visión que también se puede aplicar a la mirada que Occidente tienen sobre otros territorios como África o Asia».
Por su parte, Jordi Abelló muestra Paleta i retrats (2023). «El lugar donde pinto y donde aparecen las imágenes contiene la magia de la aparición. Los retratos vienen del más allá y son rescatados por el acto de pintar», explica el artista en la hoja de sala. En cambio, Toni Alcàsser presenta Black is Black, mientras que Josep Salmerón participa en la exposición con Fantasmagoria (2023) y Aureli Ruiz exhibe A l’Alçada dels te)us peus (2023), una extensión del proyecto Save Our Souls, obra seriada (20 ejemplares) de Edicions Imprevistes. De esta última, el comisario de la exposición destaca que «terminó la obra en la sala de exposiciones el día de la inauguración con una performance».
Por su parte, la obra Ventrada (2019) de Joan Rom forma parte de una serie de trabajos de pequeño formato en los que se han utilizado imágenes impresas procedentes de diferentes medios, en las cuales se ha hecho alguna intervención que modifica el contenido, propiciando lecturas divergentes y contradictorias.
En cambio, Àlvar Calvet presenta Com a cec 3 i Com a cec 42. «Son piezas que cree con los ojos tapados recordando unos trabajos realizados conjuntamente con seis personas invidentes», explica el artista, para quien «los errores y los accidentes artísticos son un elemento inherente al propio trabajo». Por su parte, para Svantje Busshoff «el negro es plenitud, es la suma de todo lo posible».
La exposición Black is a color también es una ocasión única para disfrutar del trabajo de Núria Rubio. «La pieza hace referencia a las mujeres de Mali y a la menstruación, cuando son recluidas y apartadas de la comunidad», explica Àlvar Calvet.
Toni Giró cautiva al público con el proyecto La mida d’una bossa (2018), [2024], que se expande por la sala de exposiciones; mientras Freya Day (pseudónimo) presenta Kensho, inspirada en la cultura asiática.
En cambio, la artista Yolanda Espinosa (Madrid) exhibe En la memoria. «De los procesos artísticos, me llama la atención convertir una imagen mental en una obra real», asegura la artista. La obra que exhibe, según describe, «son unas radiografías reales de una clínica dental y que he aprovechado para introducir pequeños dibujos abstractos, a modo de retazos de memoria, que componen el recuerdo y una imagen». Por último, Yolanda Espinosa dice que «asocio el color negro a la memoria que para mí es una ‘fotografía’ en blanco y negro».
Por su parte, de Roger Caparó el comisario de la exposición explica que «su obra evoca la naturaleza, parecen cortezas de árboles, hojas... a través de la arcilla». Así, el artista dice en la hoja de sala de la muestra que «son el resultado fallido de diferentes procesos de hornear la arcilla». Al respecto, Àlvar Calvet añade que «decidí que Roger Caparó formase parte de la exposición porque el error es lo que como personas nos permite evolucionar y superarnos».
En cambio, Enric Madorran presenta una colección de dibujos creados a partir de poemas de Maria Mingorance López. La exposición culmina con Rubén Díaz de Corcuera y Artezketa (rectificado en eusquera). «Todo su trabajo gira alrededor del color negro; él mismo ha registrado un color más absoluto que el que en su día registró Anish Kapoor; su fascinación se debe a que a través de él expresa un duelo personal».
Homenaje al continente africano
Sumado a todo ello, el proyecto Black quiere ir más allá en un homenaje al continente de África, que representa nuestro pasado y donde el arte, especialmente el contemporáneo, ha extraído tantos elementos. Así, después de Black is a color, Àlvar Calvet coordinará otras tres exposiciones. La siguiente estará dedicada a la fotografía de África (Black is the light), desde aquí y también desde la visión de una fotografía africana que vive aquí; continuará con Black is the night, donde se relaciona el color negro con aquello oscuro (el poder, la noche, la violencia, etc.) y la última, Negre de dol, dedicada a artistas que se inspiran en el luto y en el color negro. Por último, Elena Padrell coordinará la muestra Àfrica a finales de año.
Por todo ello, Àlvar Calvet reivindica el color negro, en tanto que «muchas veces el color es un elemento que distrae de lo esencial, que en una obra de arte siempre es el mensaje».