‘Aún sigo viajando’, la aventura fotográfica de María Navarro
Invitada por el colectivo Photo KM0, la tarraconense inauguró ayer la muestra en el vestíbulo de la estación de autobuses
El viaje por carretera como una experiencia individual, plasmando la sensación de abstracción del viajero y sin dejar de lado la memoria que, según la fotógrafa, siempre forma parte del trayecto. Esta es la razón de ser del proyecto Aún sigo viajando de la tarraconense María Navarro de la Torre, que desde ayer se exhibe en el Espai KM0, en el vestíbulo de la estación de autobuses de Tarragona.
Se trata de la tercera exposición fotográfica que coordina el colectivo Photo KM0, en el marco de la iniciativa Estació KM0, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Tarragona y la EMT, y por la que ya han pasado los autores Meritxell Perpinyà con el trabajo Perimenopausa y Albert Porres con Islàndia.
Retomando el camino de la iniciativa Aún sigo viajando, la tarraconense María Navarro rememora que «se trata del proyecto final del ciclo de Fotografía de la Escola d’Art i Disseny de Tarragona (EADT)».
«Aprovechando que me gusta conducir y viajar por carretera, así como la fotografía con un carácter más poético, con referentes como José Manuel Navia, pensé en centrar el proyecto en esta temática», explica la artista. Tirando del hilo, Aún sigo viajando también recupera la memoria de su abuelo: «Toda la vida viajó por carretera porque fue comerciante de joyería; y ahora, a sus 92 años, ya no conduce porque no le renuevan el carné, por lo que un día me dijo que sueño todos los días que me voy por ahí con mi coche, aún sigo viajando». Un pozo de recuerdos que María Navarro revive cuando viaja al volante del coche que antes conducía su abuelo: «Por esta razón me inspiré en su historia para crear el proyecto», añade.
A la hora de ejecutarlo, la tarraconense asegura que «quería explicar la sensación de abstracción que genera viajar solo de noche; así que hice varios viajes hasta Huesca para retratar el paisaje al alba, sin olvidar el coche, ya que la mayoría de fotos están hechas desde el interior».
Doble reto
Por esta razón, la iniciativa ha supuesto un doble reto para la fotógrafa: «El primero ha sido técnico, ya que hasta el momento nunca había hecho fotografía de noche, y el segundo tener que tomar todas las decisiones», asegura.
Un camino que ha hecho acompañada de una cámara digital Nikon D5600, así como un trípode y un objetivo de 35 mm. «Coger el coche o la moto es mi manera de desconectar, por lo que estoy acostumbrada y disfruto mucho conduciendo sola», confiesa María Navarro.
Una experiencia de la que el público podrá disfrutar a través de 16 fotografías. «Entre todas ellas se genera un contraste entre las imágenes capturadas de noche y las hechas en clave alta, en las que predominan los tonos blancos; lo que a su vez contrasta con el ambiente solitario de la carretera y un espacio como una estación de autobuses donde siempre transita gente», describe la tarraconense, quien de ahora en adelante seguirá explorando nuevos caminos como el de la edición fotógrafica, sin dejar de disfrutar del viaje.