Alba Sotorra: «Trabajar por amor al arte no es hacerlo gratis»
La reusense dirige ‘Mucha mierda’ sobre la huelga de actores de 1975. Estreno en el Festival de San Sebastián
4 de febrero de 1975. Es el primer día de una huelga histórica de actrices y actores que paralizará la actividad teatral del país durante nueve días. Exigen librar un día a la semana. Lo que comienza siendo una reivindicación se convierte en un desafío político. Concha Velasco, Ana Belén, Tina Sáinz, Juan Diego o José Sacristán son solo algunos de los artistas que estuvieron arriesgando su carrera y su libertad.
Un espíritu que ahora recoge el documental Mucha mierda, dirigido y coescrito por la reusense directora y productora de cine documental Alba Sotorra (El retorno: la vida después del ISIS) y David Arnanz. El filme ha sido seleccionado por el Festival de San Sebastián, que arrancó este viernes, para clausurar la Sección Made in Spain, que incluye una muestra del panorama del cine español del año, con producciones estrenadas o no en España, a las que el Festival ofrece una plataforma para su difusión internacional.
La proyección del filme ‘Mucha mierda’ significa el estreno mundial. ¿Por qué se inspiró en la huelga de actores y actrices de 1975?
Queríamos hablar de un momento histórico y único para el sector de la interpretación. Por primera vez en España, actores y actrices se unieron alrededor de un movimiento laboral para reivindicar un día de descanso a la semana, algo básico. Lo que arrancó como una reivindicación se convirtió en un gesto político, cuando la dictadura daba sus últimos coletazos. Fue una acción muy valiente e inesperada, porque muchos no eran conscientes de las implicaciones que suponía la huelga y lo que se jugaban.
La unión hace la fuerza. ¿Es lo que ha querido reflejar en el documental?
He querido transmitir la unión de la profesión y la necesidad del sector de reivindicar nuestros derechos, puesto que, todavía hoy, se vive con cierta precariedad. De la misma manera, se siguen trabajando más horas de la cuenta.
Los y las protagonistas de la huelga narran su propia historia.
Hemos contado con entrevistas a personalidades que todavía están en activo como Ana Belén, Tina Sáinz, Marisa Paredes, Petra Martínez, José Sacristán, José Carlos Plaza, etc. Por otro lado, figuras como Concha Velasco y Juan Diego están presentes en el documental a partir de imágenes de archivo, porque su voz también fue clave en la huelga.
¿Cómo vinculan el pasado con el presente?
Para enlazar el momento histórico con el actual también hemos hablado con actores y actrices jóvenes, como Carolina Yuste o Manuela Velasco.
Las imágenes de archivo son uno de los recursos que utilizan.
En Mucha mierda hay tres capas de narración. En primer lugar, el relato de quienes formaron parte de la huelga para articular la historia basada en su experiencia personal y directa. En segundo lugar, las imágenes de archivo, fotografías o documentos del NO-DO para contextualizar el momento histórico. Y, por último, fragmentos de películas de la época, protagonizadas por los y las intérpretes. Las hemos utilizado de manera creativa para escenificar los momentos que se narran, como la violencia policial, el espionaje, las detenciones, etc.
Conocer el pasado permite comprender el presente e imaginar un futuro mejor.
Es interesante entender los antecedentes porque, con esfuerzo y asumiendo un gran riesgo, abrieron el camino. Por un lado, debemos homenajearles y, por otro, recordar que la lucha por nuestros derechos no ha terminado.
¿En qué aspectos todavía no han avanzado lo suficiente?
En la conciliación. Es muy complicado -casi imposible- conciliar con tu familia o tu vida. Los horarios son muy exigentes, no hay días de fiesta, no tienes una rutina ‘normal’. En este aspecto, todavía debemos seguir trabajando.
La precariedad se ha convertido en una seña de identidad de las profesiones artísticas.
Es una situación compleja. A diferencia de Francia, donde los artistas y técnicos de cine, audiovisual y espectáculos en vivo, tienen un régimen de trabajo propio, en España no ocurre lo mismo. Además, se sigue pensando que hacemos el trabajo que hacemos por amor al arte y pasión. Es verdad, pero no significa que debamos trabajar gratis. A muchos actores y actrices se les exige que trabajen sin cobrar o que cobren muy poco porque se considera una suerte trabajar de lo que te gusta. Esto es muy perverso porque se aprovechan de las ganas y de la pasión para pagar salarios ínfimos o que incluso no cobren.
El camino es largo.
Sí, y te hace reflexionar y pensar cómo estábamos antes y cómo estamos ahora. Antes trabajaban siete días a la semana con funciones dobles o triples. Hemos mejorado, pero no podemos dar ningún paso hacia atrás. Da fuerza ver cómo nuestros predecesores se unieron para cambiar las cosas.
¿Esta unidad se ha disipado?
Sí y no. Actualmente, existe una conciencia como colectivo profesional y lazos de amistad en el sector, pero podríamos estar más unidos.
¿El ejemplo a seguir es Hollywood?
En paralelo al proceso de escritura y rodaje de Mucha mierda aconteció la huelga de Hollywood. En Estados Unidos la unión es más sólida, lo que les da más fuerza para reivindicar sus derechos y lograr formas de hacer que aquí no tenemos. Podemos aprender mucho de ellos.