Trenes cada 30 minutos de Tarragona a Barcelona, el compromiso de mejora tras el corte de vías
El Estado reconoce que vienen meses «muy complicados» para los viajeros y abre la puerta a introducir cambios en el plan de alternativas, tras escuchar a los alcaldes y usuarios
Será un otoño movido para los usuarios del tren del sur de Catalunya. Lo saben los viajeros y también el ministerio de Transportes, que este viernes quiso calmar las aguas en una reunión inédita, en la Sudelegación del Gobierno, en la que el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, acudió acompañado de los presidentes de Adif y Renfe para dar explicaciones de la obra prevista en Roda de Berà y presentar el plan de alternativas previsto a partir del 1 de octubre.
«Vienen meses muy complicados, pero estamos hablando de obras que no son un capricho y no había otra forma de abordarlas», justificó Santano. Los trabajos comportarán la interrupción en el servicio durante más de cinco meses. La situación obligará a reprogramar todos servicios de Regionals de la R-14, R-15, R-16 y R-17, además de la RT-2 de Rodalies, afectando a más de 15.000 usuarios al días.
Santano afirmó que las obras «están pensadas para tener una infraestructura y un servicio mucho mejores en el horizonte de los próximos meses». Este es uno de los mensajes que quiso dejar muy claros durante su intervención. En este sentido, anunciaba que uno de los objetivos es que pueda establecerse un tren «cada treinta minutos de Barcelona a Tarragona, desde las seis de la mañana». Un servicio que se prestará «con una vía renovada», que debe traducirse en una mejora de la fiabilidad de cara a los usuarios, que estos meses han sufrido importantes afectaciones a causa de los trabajos que se están realizando en los diferentes puntos.
A partir de junio de 2025
La mejora no será inmediata. Las obras en el túnel de Roda de Berà finalizarán el 2 de marzo, de acuerdo con el calendario, pero los trabajos todavía no habrán acabado. Hasta el mes de junio se seguirá con la instalación de pantallas acústicas y otras intervenciones «con una afectación mínima», que no comportarán una «afectación ferroviaria». Será a partir de la finalización de esta fase cuando se producirá esta reordenación del conjunto de los servicios del sur de Catalunya y se introducirán estos cambios, tanto en los horarios como en las frecuencias.
El secretario de Estado quiso poner en valor la actuación que debe llevarse a cabo en este territorio y la conextualizó en el marco de los trabajos de adaptación al ancho mixto (tercer carril) del Corredor del Mediterrani. Este es uno de los principales proyectos que está ejecutando el Ministerio de Transportes en Catalunya, que coincide en un momento en el que se está desplegando el Pla de Rodalies. Con todo, Santano aseguró que las inversiones que se están llevando a cabo en esta demarcación ascienden a los 1.400 millones de euros y que los niveles de ejecución son «altísimos», ya que «en algunos casos superan al 90%».
«El horizonte es ilusionante, porque realmente esta obra va a suponer un antes y un después, con muchas inversiones en muy poco tiempo», aseguró el representante del ministerio. La llegada de los nuevos convoyes también tiene que contribuir a esta puesta a punto del sistema ferroviario. Sin embargo, para llegar a este escenario final hay que pasar por el peaje de las obras y, al respecto, se inscribía la segunda parte de esta reunión, en la que se daba a conocer este plan de alternativas entre los alcaldes afectados y los representantes de las plataformas de usuarios.
El plan comportará la movilización de 87 autobuses, siendo el contrato para un servicio sustitutorio más caro de la historia. Pese a ello, Santano apuntó que el documento es «mejorable» y que se introducirán «ajustes», a raíz de las aportaciones recogidas tanto ayer como en los próximos días.
¿Y la línea de alta velocidad?
Lo que de momento no está encima de la mesa es que la línea de alta velocidad pueda absorber una parte de la demanda, ya sea con un refuerzo de plazas Avant o que puedan liberarse asientos de AVE, tal y como exigen los usuarios. Al respecto, tan solo se contempla la recuperación del Avant des de Tortosa.
«El alta velocidad tiene un modo de funcionamiento y unos niveles de ocupación altísimos, que no nos da prácticamente ningún juego para esto», aseguraba Santano. Aunque este indicó que va a «analizarse» la petición no se espera que, de cara al día 1, pueda haber grandes cambios al respecto. Y otra de las propuestas que queda en el cajón es que pudiera utilizarse el enlace de Vila-seca, para establecer trenes directos desde Tarragona a la estación de Camp de Barcelona.
Vila-seca pide buses directos
Una de las voces más críticas fue la de la portavoz de la plataforma Dignitat a les Vies, Ana Gómez Llauradó, quien lamentó que «siguen hablando de estadísticas y no de la realidad de los usuarios». Esta celebró que el plan «incorpora muchos de los cambios que habíamos solicitado».
No obstante, Gómez Llauradó lamentaba que «vamos muy tarde» y que todavía hay cuestiones por resolver, como que Vila-seca pueda tener autobuses directos a Sant Vicenç de Calders. La petición también volvía a hacerla el representante de este municipio, David Rodríguez, quien recordaba que «esta estación acoge a más de mil usuarios al día, una cifra muy superior a la de otras estaciones del entorno».
Dos de los municipios que quedarán más afectados son Altafulla y Torredembarra, ya que quedarán sin trenes durante estos cinco meses. En el segundo caso, su alcalde, Vale Pino, explicó que se está trabajando para establecer un parking alternativo, que facilitará la movilidad de los vehículos. «Serán cinco meses complicados, nosotros sufriremos por ser uno de los lugares más afectados, pero el hecho de que no tengamos que desplazar las paradas más allá de la estación nos permitirá ser fieles a las costumbres de la gente», comentó.
En paralelo, el alcalde de Altafulla, Jordi Molinera, solicitó a Adif que les deje aprovechar el corte de la circulación ferroviaria para realizar una actuación en el paso subterráneo situado en las zonas de las vías para resolver problemas de inundaciones que sufre la zona marítima.