La Generalitat niega que el tranvía vaya a ser una barrera: «Se podrá cruzar casi sin mirar»
El director general de Infraestructures de Mobilitat, David Prat, ve posible reconducir la negativa de Salou y aprobar el proyecto este mismo verano
La Generalitat mantiene su intención de aprobar este mismo verano el proyecto de la primera fase del Tramvia del Camp de Tarragona –de Cambrils a Vila-seca– para poder licitar y empezar las obras el año que viene. Después de la última negativa al actual proyecto expresada por el alcalde de Salou, Pere Granados, desde la Generalitat consideran que se puede reconducir la situación y niega que la futura infraestrcutura vaya a suponer un efecto barrera para Salou.
En declaraciones a la ACN, el director general de Infraestructures de Mobilitat del Departament de Territori, David Prat, defiende que se trata de una infraestructura «moderna de última generación» y afirma que con Salou están «coordinando el proyecto de urbanización al por menor».
«Con Vila-seca y Cambrils hemos pactado tramos con catenaria porque no se puede hacer todo el trazado sin. Si hiciéramos todo el proyecto sin catenaria el tranvía sería mucho más lento y daríamos un peor servicio, y tiene que ser atractivo para el usuario», señala Prat. Respecto al paso por Salou, el director general remarca que han hecho decenas de sesiones de trabajo y que se ha llegado a un nivel de detalle muy alto.
Por eso, rechaza la opinión de Granados, que ha asegurado los últimos días que será una barrera. «No lo compartimos en absoluto; estará totalmente adaptado a la trama urbana», enfatiza, y destaca que se ha consensuado con los técnicos municipales que haya tramos a muy baja velocidad donde «la gente podrá cruzar casi sin mirar».
A pesar de las reticencias de Salou, el director general asegura que están «determinados a que salga adelante» porque «es un proyecto vertebrador». «En el Camp de Tarragona tenemos muchas infraestructuras que se han pensado más para que sean de paso que para dar servicio en el territorio y esta está pensada exclusivamente para aquí», razona. Por eso, dice continuarán «trabajando con Salou» y «haremos todo lo que haga falta para intentarles convencer de que es un buen proyecto».
«En el Camp de Tarragona tenemos muchas infraestructuras que se han pensado más para que sean de paso que para dar servicio en el territorio y esta está pensada exclusivamente para aquí»
Ante la negativa de Salou, los alcaldes de Tarragona y Reus levantaron la mano ofreciéndose para avanzar el máximo posible la fase 2 del tranvía –que tiene que unir las dos ciudades por Vila-seca y La Canonja–. Prat descarta esta posibilidad. «Empezamos por el tramo entre Cambrils y Vila-seca porque la prioridad es devolver un servicio ferroviario en estos municipios», resalta y, además, los trámites de la fase 1 están bastante más avanzados.
En concreto, a la primera fase le falta terminar el proyecto constructivo y ya se podrán licitar las obras y la compra del material móvil. En cambio, a la segunda le falta aprobar definitivamente el estudio informativo y porque esto pase antes habrá que redactar la Declaración de Impacto Ambiental que tiene que hacer la Direcció General de Polítiques Ambientals.
«Esperamos que esto sea en los próximos meses» y así, el estudio esté terminado antes de acabar el 2024, dice Prat. Después, habrá que elaborar el proyecto constructivo. «Con la segunda fase correremos tanto como podamos, pero no en detrimento de la primera que lo normal seria que llegara antes. Queremos llegar a un acuerdo con Salou», insiste. Así pues, la previsión es que el tramo entre Cambrils y Vila-seca entre en servicio a finales del 2026, mientras que Reus y Tarragona quedarían unidas antes de acabar el 2028.
Para acabar de desarrollarlo todo, hará falta partida presupuestaria, y con el actual escenario de presupuestos prorrogados este año la situación se ha complicado. «Este año no podremos empezar a gastar», ilustra Prat. Este impedimento no afecta los trámites administrativos ni los calendarios de las licitaciones, pero sí el inicio de las obras. Por eso, para desarrollar el tranvía hará falta que el nuevo Govern apruebe unas nuevas cuentas.