El desafío de preservar el valor de un municipio que vive de, por y para el turismo
Proteger las playas y mantener un ocio seguro, claves en una localidad que vive en un 80% de los servicios
Después de trazar en un primer capítulo las directrices que deben guiar la gestión de las ciudades del futuro para ganar en eficiencia y eficacia y, por tanto, en bienestar de las personas que las habitan, y que vienen marcadas por los llamados gobiernos abiertos, basados en la transparencia, la participación y la rendición de cuentas, la serie sobre los retos de las ciudades del siglo XXI que cada domingo publica el Diari continuó con los grandes desafíos que afrontan Tarragona y Reus, para abordar hoy los retos particulares a los que se enfrenta Salou.
Se trata de un municipio con una idiosincrasia singular, por su característica de localidad eminentemente turística, lo que prácticamente condiciona gran parte de su actividad. En efecto, uno de los grandes retos a los que se enfrenta Salou es compatibilizar su posición de destino para una gran cantidad de visitantes, lo que le aporta mucha riqueza y a la vez le obliga a disponer de una ingente cantidad de servicios, con la atención a las personas que habitan en el pueblo de forma habitual y que han de beneficiarse de ese turismo masivo preservando su calidad de vida en una localidad con notable atracción por el ocio nocturno.
Es, pues, la actividad turística la que marca en gran medida la agenda de un municipio donde el empleo está estrechamente ligado al sector servicios. En este sentido, lograr desestacionalizar y alargar la temporada para que el flujo de visitantes se reparta durante todos los meses del año es uno de los mayores desafíos que afronta esta ciudad. Como lo es también la necesidad de hallar medidas que minimicen los efectos del cambio climático que en forma de regresión de las playas y de inundaciones sacuden cada cierto tiempo a este municipio. Pero, si bien es su principal fuente de ingresos, no solo del turismo vive el salouense, que tiene también otras preocupaciones que una buena gestión municipal puede ayudar a minimizar. El acceso a la vivienda y al empleo, el desafío de aprovechar urbanísticamente el vacío que deja la retirada de las vías del tren y mejorar la movilidad son algunos de los retos que afronta Salou.
Sin vías del tren: Salou prepara la llegada del tranvía con un Eix Cívic
A finales de diciembre comenzó el desmantelamiento de los 28,2 kilómetros de la antigua vía del tren que une Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant con Salou-PortAventura. Una vez desaparezca la vía, en Salou hay proyectada la creación de un Eix Cívic, un gran paseo de 2 kilómetros de longitud y 8,7 hectáreas que reorganizará el espacio público que quedará y también prever la integración del tranvía que unirá Salou con Cambrils y Vila-seca. En enero el Ayuntamiento adjudicó la redacción del proyecto al estudio barcelonés PCG Arquitectura, que debe entregarlo antes de verano.
En otros municipios afectados por el desmantelamiento hay diferentes propuestas. Donde no hay previsto el tranvía (Mont-roig i l’Hospitalet de l’Infant), se ha apostado por un espacio de paseo naturalizado.
Antonio Paolo Russo, investigador del departamento de Geografia de la URV y coordinador del H2020 - SMARTDEST Project, valora como positiva la opción de generar un eje cívico, ya que «un espacio público más inclusivo, transitable y pacificado funcionaría bien como elemento vertebrador de una transición hacia un modelo turístico mejor orientado a los retos de futuro». Eso sí, siempre «sin olvidar la dimensión social y de convivencia entre la población de visitantes y los vecinos del municipio», además de que debería tener en cuenta «los elementos de valor paisajístico que se reflejarían también en la estructura comercial». En este sentido, Russo mantiene que «un espacio de mejor calidad ambiental puede sostener una oferta comercial, de servicios o de restauración de alta calidad, lo que se traduce en salarios más altos». Este modelo, expone Russo, «es el que se intenta implantar desde hace años en las Ramblas de Barcelona, pero en un marco de complejidad urbana mucho mayor que en Salou».
Así pues, Russo aprueba el eje cívico, pero lo hace en detrimento de otro de los grandes proyectos que afectan a Salou: «Bienvenido el Eje Cívico. Más ejes cívicos y menos Hard Rock, que no hace más que reproponer fórmulas anticuadas, insostenibles y precarizadoras».
La desestacionalización turística con productos los 365 días del año
En 2022 Salou asumió el 58% de todas las plazas ofertadas en toda la marca turística Costa Daurada. Además, según un estudio encargado a CaixaBank, el año pasado el gasto en el municipio fue un 40% superior al del 2019. Estos datos hacen prever al Ayuntamiento un 2023 mejor que el anterior, a pesar de que no se ha contado ni con el mercado ruso ni con el ucraniano, entre otros, y otros se han modulado (el irlandés superó al británico). En este sentido, el alcalde, Pere Granados, insiste en que «el reto era buscar nuevos mercados y reforzarse con destinos propios tradicionales» porque «Salou es un destino familiar y un modelo de éxito, aunque estacional».
En este punto, el Decano de la Facultat de Turisme i Geografia de la URV, Òscar Saladié, recuerda que «la concentración de turistas en un espacio corto de tiempo es una de las características de muchas destinaciones consolidadas de sol y playa. La desestacionalización es uno de los objetivos de estas destinaciones, entre las cuales se halla la Costa Daurada, y Salou no es una excepción». Siguiendo esta línea, Granados recuerda que «trabajamos para crear nuevos productos turísticos, porque en Salou hay vida los 365 días del año».
Uno de estos productos es el proyecto ‘Platja tot l’any’, «una verdadera declaración de intenciones», según Saladié «que ha generado un importante número de proyectos que deben permitir atraer turistas y visitantes más allá de los meses de verano». Ahora bien, el decano apuesta por atraer «un turismo de calidad que genere riqueza y puestos de trabajo, fortaleciendo la sostenibilidad de la propia actividad y contribuyendo al desarrollo –calidad de vida– del territorio en el que se realiza esta actividad».
Para concluir, Òscar Saladié incide en una situación que el Ayuntamiento salouense debería tener en cuenta: «En esta desestacionalización no cuenta únicamente el esfuerzo que se está llevando a cabo desde la administración local o el sector privado; los calendarios laboral y académico juegan aquí un papel importante».
Alcanzar la armonía entre vecinos, ocio nocturno, turistas y seguridad
El entorno de la calle Carles Buïgas de Salou es el epicentro del ocio nocturno del municipio. Esta zona congrega, además, una masificación del turismo durante el verano. Todo un cóctel que provoca malestar e inseguridades a los vecinos, que en diversas ocasiones han denunciado tener que convivir con continuas peleas, trifulcas, robos y actos ilegales. Incluso se registró un homicidio durante la noche de Todos los Santos). Para poner fin a estas situaciones, los vecinos de Carles Buïgas presentaron, bajo el nombre ‘El Salou del futuro’, un plan al Ayuntamiento proponiendo desplazar el ocio nocturno y liberar la calle de la «excesiva presión» que sufre en verano. A esta situación hay que añadir la petición del alcalde, Pere Granados, al delegat del Govern de la Generalitrat, de reforzar la presencia de los Mossos d’Esquadra en el municipio. «La ratio de recursos policiales que destina el Departament d’Interior por la población real que tiene Salou es escasa», asegura, más aún teniendo en cuenta que el número de habitantes pasa de 27.000 a 180.000 en pleno verano. Ante un tema que genera tanto debate, el secretario General de la Federació Catalana d’Associacions d’Activitats de Restauració i Musicals (FECASARM), Joaquim Boadas, insiste en que «no se puede criminalizar al sector del ocio nocturno, ya que éste invierte mucho en calidad y seguridad, e incluso hay locales que han implementado distintivos internacionales en estos dos aspectos». Con todo, para minimizar las inseguridades Boadas considera que hay que «mejorar la calidad del turista que vista Salou» y reclama al Ayuntamiento que «destine un concejal a la dedicación exclusiva de la presidencia del Patronat de Turisme», además de pedir que se adhiera al Pacte per la Convivència Nocturna (PCN) e «intensifique las campañas de concienciación y prevención». «Antes se hacían», recuerda, pero «ahora hace años que ya no». En cuanto a los cuerpos de seguridad, Boadas requiere «más coordinación entre policía y locales de restauración y ocio nocturno, y más empatía del cuerpo policial hacia estas actividades» e insiste en «intensificar la presencia policial disuasoria en horas punta fuera de los locales».
Abrir la conectividad a un turismo diverso y apto para varios mercados
En la presentación de los presupuestos municipales para el 2023, el alcalde, Pere Granados, anunció que éste «será un año en el que se llevarán a cabo numerosas transformaciones y obras que mejorarán la calidad de vida de los salouenses, así como la experiencia de los visitantes».
Una de las actuaciones más destacadas será el comienzo, en octubre, de la segunda fase de peatonalización de la avenida Carles Buïgas –entre las calles Murillo y Torremolinos–. La primera fase –entre la Font Lluminosa y la avenida Andorra, hasta la calle Murillo– se inauguró en junio del 2021. Una vez se haya ejecutado todo el proyecto, los 1.200 metros de todo el vial se habrán peatonalizado con el fin de hacer de Salou un municipio más amable, sostenible y accesible.
Éste es un proyecto que, según el investigador del departamento de Geografia de la URV y coordinador del H2020 - SMARTDEST Project, Antonio Paolo Russo, «puede dignificar un espacio ya en sí degradado, sociocultural y económicamente». Aun así, «Salou es una marca indisolublemente relacionada con la vida nocturna y la nightlife economy, aunque ha intentado distanciarse de ello o de sus aspectos más perjudiciales, por ejemplo, a través de la cancelación del Saloufest y las nuevas normativas sobre HUT». Aunque transformar urbanísticamente Salou «sea un éxito», éste «tiene mucho más que ver con la promoción del municipio y la oferta de una gama amplia de productos y servicios, también de temporada baja, que apuesten por la calidad y la diversidad».
Finalmente, si bien Russo aplaude la apuesta de Salou por la «‘caminabilidad’ y la accesibilidad internas», lanza una llamada a «extender las reformas a la conectividad y accesibilidad externa de los destinos, mejorándola y haciéndola más sostenible –por ejemplo, entre Salou y el resto del Camp de Tarragona y sus principales gateways (AVE, puerto, aeropuerto)–, para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y, además, permitir que el territorio entero sea activado en torno a un producto turístico diverso y apto a diferentes mercados». Y esto, sentencia, «todavía está muy por debajo de las expectativas».
Facilitar a las pymes los recuros para fidelizar al turista de calidad
«Un 80% del empleo en Salou está generado por pymes y autónomos del sector servicios, vinculados al turismo en cuatro actividades: hotelería, restauración, comercio e inmobiliario». Las acabadas de mencionar son palabras de Rafa Muñoz, economista del gabinete de estudios de la CEPTA. Éstas se enlazan directamente con los datos extraídos de la realidad salouense del verano pasado, el primero sin restricciones después de la pandemia de covid: se crearon entre 5.000 y 6.000 puestos de trabajo. A ello hay que sumarle la posible puesta en marcha de Hard Rock, un proyecto que el alcalde de Salou, Pere Granados, defiende porque «entre otras cosas ayudará a desestacionalizar la temporada turística y creará miles de puestos de trabajo».
Ante esta realidad, Muñoz defiende que, si dejamos a un lado las empresas hoteleras y los «proyectos monumentales», vemos que «el turismo de calidad proviene de un turismo estable, nacional e internacional, que es propietario de inmuebles y que dispone de ingresos fijos, recurrentes y finalistas, que genera ventas en el tejido económico local de comercio, servicios, restauración y ocio, y aporta recaudaciones tributarias permanentes». El economista es partidario de apostar por el alcance y mantenimiento de este turismo estable que, prosigue, «se fideliza con una ciudad cuidada, limpia y luminosa, que sea segura y esté debidamente equipada, además de contar con una cultura, en empresas y en administraciones, de atención esmerada y excelente hacia el cliente, que debe transmitirse con ejemplaridad de arriba abajo: desde el Consistorio hasta los ciudadanos».
El cómo llegar a alcanzar esta atención al turista de calidad dentro del sector tanto privado como público es algo que está en manos del Ayuntamiento, a quien, según Rafa Muñoz, «le corresponde facilitar a las pymes su actividad, proporcionar una formación continuada de mejora, no solo ocupacional, a empresarios y a trabajadores y dotar a la ciudad de un confort público ya sea en recursos como en servicios».
Frenar la regresión de las playas estabilizando los sedimientos
Un estudio de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) de 2019 concluyó que las playas de Salou pierden 30 cm anuales por el cambio climático. Según el propio estudio, esta es una situación reversible, con que en ese momento el Ayuntamiento quiso saber qué medidas podía tomar para frenar la regresión sin tener que optar por construir diques ni espigones por ser demasiado intrusivos en el medioambiente.
Para ponernos en contexto, el profesor del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental e Investigador del Laboratorio de Ingeniería Marítima de la UPC, Iván Cáceres, aclara que «tener una línea de costa estable y fija en el tiempo es una anomalía en la naturaleza que utiliza la playa como zona de intercambio entre la zona sumergida y emergida en función de las condiciones que se dan en diferentes épocas». En otras palabras: «La costa es activa y varía con el tiempo». La catalana «está dominada por una deriva longitudinal de sedimento que va del NE al SO, transportando el sedimento dentro de las diferentes celdas litorales de la costa» y, al ser un saliente de tierra en el mar, «Salou es el principio de una de estas celda litorales».
En un futuro, «el incremento del nivel del mar va a reducir el ancho de playa emergida en las playas de Salou y, considerando que el transporte de sedimientos del NE no va a incrementar, sería bueno realizar un análisis de opciones que puedan ayudar a estabilizar o incrementar el tiempo de residencia del sedimento en las playas». Cáceres apuesta por plantear soluciones de forma individual para cada playa, «en función de su orientación, oleaje mas erosivo para estas, batimetría de la zona y tamaño del sedimento». Luego, plantea varias opciones: «Unas son las soluciones basadas en la naturaleza –praderas de posidonia, arrecifes de ostras o cordones de dunas–, mientras que otras son de corte más ingenieril –diques sumergidos, emergidos o alimentaciones de playa–». Hay que entender que ambas son soluciones paliativas a la falta de sedimientos y el retroceso de las playas, pero «sin nuestra ayuda estas playas sencillamente se adaptarán a esta situación y tenderán a desaparecer adaptándose a la nueva situación».