A ver si es verdad que ‘El Baix Penedès Existeix’

Es la zona que más crece de Catalunya pero se siente ninguneada

El Baix Penedès espera que el nuevo Govern de la Generalitat salde muchas deudas pendientes en inversiones en infraestructuras, movilidad, sanidad, seguridad, servicios sociales, vivienda, educación...

Pese a ser la comarca que más crece en población de Catalunya los servicios no están dimensionados a la realidad social que soporta pero además se espera un agravamiento de no actuarse con urgencia.

Es una situación de la que se alerta hace años desde entidades, asociaciones, vecinos y los propios ayuntamientos y que llevó a crear la marca El Baix Penedès Existeix con el objetivo de tener más fuerza y reivindicación.

La comarca reivindicó con el lema El Baix Penedès existeix.

Sin embargo esa inicipiente movilización que sacó pecho se diluyó con la radicalidad que anunciaba. No es nuevo ese desvanecimiento ya que durante décadas gran parte de la clase política de la comarca ha rendido sumisión a los partidos gobernantes en la Generalitat.

La comarca crece en oleadas de nuevos vecinos procedentes principalmente del área metropolitana de Barcelona. Unos buscan mejores precios de vivienda que en la capital catalana y que se ven expulsados de la gran ciudad. Otros se instalan en lo que eran segundas residencias.

Ese aumento de población deja insuficientes muchos de los servicios necesarios, lo que genera tensiones en los municipios.

Una bomba de relojería, alertaron los alcaldes en la presentación de un entonces envalentonado El Baix Penedès Existeix.

Los CAP de los diferentes municipios han quedado pequeños para una población que crece en número y también en edad con unas problemáticas de enfermedades crónicas y asistenciales.

Parece que el hospital comarcal finalmente será ampliado, pero no debe ser sólo una obra. El dimensionamiento debe contemplar la realidad asistencial . Con más profesionales, capacidad de pruebas médicas y especialidades que eviten desplazamientos a Tarragona.

Escuelas saturadas

Para los colegios e institutos la matrícula viva durante el curso supone un problema de planificación e incluso de capacidad. Hay centros que deben ser ampliados, en otros remplazar los barracones que se colocaron hace años de urgencia por un edificio e incluso levantar nuevos centros para poder asumir el incrementos de alumnos.

Y en formación la comarca requiere de más ciclos formativos que faciliten la incorporación al mundo laboral y que estén realmente ajustado a lo que requieren las empresas por lo menos de la zona. Porque los niveles formativos de la comarca son de los más bajos de Catalunya.

El Baix Penedès critica que pese a que desde todas las administraciones se ha repetido que es una ubicación estratégica en un nudo de vías de comunicación de vías de interés general y entre dos grandes áreas como Tarragona y Barcelona (con sus puertos), nunca se ha potenciado como destino para la implantación de grandes empresas que generen empleo. Sí, la comarca también lidera el desempleo en Catalunya.

Tensiones

Esa situación genera además tensiones a nivel social y de seguridad. Añadiendo que la variedad de las vías de comunicación permite cometer un acto delictivo y huir con rapidez.

Los vecinos han consideran un incremento de actos delictivos, o por lo menos tiene la sensación de ello, por mucho que las estadísticas de los cuerpos de seguridad aseguren lo contrario.

En todo caso sí que es cierto que los municipios con Policía Local (El Vendrell, Calafell, Cunit y L’Arboç) tienen unas plantillas insuficientes para dar servicio al volumen de población y gran extensión con además muchas urbanizaciones dispersas en el territorio.

La comisaría de Mossos d’Esquadra necesita de muchos más efectivos para cubrir el territorio. De hecho Calafell y Cunit han planteado disponer una comisaría para los dos municipios ya que por volumen de población sería imprescindible. Y con ello descongestionaría la de la capital del Baix Penedès.

En seguridad también el parque de bomberos de El Vendrell está falto de personal. Por número de kilómetros de carreteras y autopistas, además de vías de tren, el riesgo de accidente es de los más elevados de Catalunya. Si se unen posibles incendios y otras incidencias que atienden los bomberos, el parque está infradotado.

Mucha de la población instalada en el Baix Penedès mantiene su trabajo en Barcelona o debe desplazarse a Tarragona a diario. Para ir a Barcelona el medio más usado es el tren, por precio, pero hace meses que por retrasos, trenes cortos y anulaciones es un suplicio.

El tren es la solución para aquellos que tienen vetada la entrada a la ciudad en coche por las Zonas de bajas Emisiones. Alternativas como la C-31 (por la costa) o la N-340 no son muy aceptables por la saturación y peligrosidad. Y la autopista C-32 (de los túneles del Garraf) es muy cara. La comarca exige una facilidad para la movilidad ya que el crecimiento de población ha estado inducido sin crear unas infraestructuras de comunicación rápidas y seguras.

Desplazarse a Tarragona es otra odisea. O N-340 o autopista AP-7. En tren no hay conexión directa. Hay que hacer transbordo en Sant Vicenç de Calders.