Hamás asegura que los seis rehenes rescatados sin vida murieron por bombardeos de Israel
El portavoz castrense, Daniel Hagari, dijo esta mañana que, según una investigación inicial, los seis rehenes habrían sido asesinados por Hamás poco antes de que las fuerzas llegaran hasta ellos
El grupo islamista Hamás culpó este domingo a Israel y a su principal socio y proveedor de armas, Estados Unidos, por la muerte de seis rehenes que mantenía cautivos en la Franja de Gaza desde el ataque del 7 de octubre, asegurando que murieron por «bombardeos» israelíes.
«La responsabilidad de la muerte de los prisioneros retenidos por la resistencia recae en la ocupación, que insiste en continuar su guerra genocida y evadir un acuerdo para alcanzar un alto el fuego, así como en la administración estadounidense por su parcialidad, apoyo y complicidad», dijo Izzat al Rishq, miembro del buró político de Hamás, el grupo que controla Gaza.
«Quien mata a nuestro pueblo a diario es la ocupación, con armas estadounidenses, y el descubrimiento de los cuerpos de los prisioneros en la Franja de Gaza demuestra que fueron asesinados únicamente por los bombardeos sionistas», recalcó en un comunicado.
El Ejército israelí confirmó este domingo haber recuperado los cadáveres de seis rehenes de un túnel subterráneo en el área de Rafah, en el extremo sur del enclave palestino, adonde incursionaron las tropas terrestres de Israel desde mayo pasado.
El portavoz castrense, Daniel Hagari, dijo esta mañana que, según una investigación inicial, los seis rehenes habrían sido asesinados por Hamás poco antes de que las fuerzas llegaran hasta ellos, pero no dio más detalles.
Según el diario israelí Haaretz, las autopsias «indican que todos recibieron disparos en la cabeza y que no hay duda de que murieron como resultado de los disparos», pero no citó su fuente.
Los familiares de los rehenes se enfurecieron este domingo al conocer la muerte de sus allegados, asegurando que si el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, hubiera firmado un acuerdo de cese el fuego con Hamás, seguirían vivos.
«Quienes asesinan a secuestrados no quieren un acuerdo», replicó Netanyahu en un mensaje grabado. «Nosotros, por nuestra parte, no cejamos. El Gobierno israelí está comprometido, y yo lo estoy personalmente, a seguir luchando por un acuerdo que devuelva a todos nuestros secuestrados y garantice nuestra seguridad y existencia».
Las negociaciones de un alto el fuego que permita la liberación de los 97 rehenes que quedan en Gaza -de los cuales una treintena habrían muerto- cayeron en punto muerto entre acusaciones cruzadas de añadir nuevas demandas a la propuesta de tregua que extendió Estados Unidos en mayo.
Netanyahu se resiste a ceder a ciertas peticiones del grupo islamista: que el cese el fuego sea definitivo, que las tropas israelíes se retiren de todo el territorio gazatí, así como del llamado Corredor de Filadelfia, que abarca todo el largo de la frontera con Egipto.
«Quien pagará el precio de estos crímenes brutales y la guerra genocida contra nuestro pueblo durante los últimos once meses es Netanyahu, su gobierno extremista y todos los partidarios de esta agresión», recalcó Al Rishq.
El Gobierno de Israel, el más derechista de su historia, tiene entre sus ministros a colonos antiárabes, simpatizantes del supremacismo judío.
El ministro de Seguridad Nacional, el extremista Itamar Ben Gvir, reaccionó hoy a las críticas de los familiares de los rehenes, quienes convocaron a masivas protestas.
«Veo las inquietantes declaraciones de la izquierda, que acusan al Gobierno israelí de asesinar a los rehenes (...) Para ser claros: la organización terrorista Hamás, y sólo Hamás, mató a los rehenes. Aquellos que culpan al Gobierno israelí se hacen eco de la propaganda de Hamás», escribió en la red social X.
Por su parte, el ministro Finanzas, el colono Bezalel Smotrich, reiteró también en X su rechazo a cualquier «acuerdo de rendición» con Hamás y concluyó que, al contrario, era un buen momento para «reducir la Franja» en al menos dos kilómetros, «un territorio que nunca volverá a manos de los habitantes de Gaza».
La guerra estalló el 7 de octubre del año pasado con un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados, de los cuales 105 fueron liberados en la única tregua que se ha logrado, durante una semana a finales de noviembre.
La devastadora ofensiva israelí sobre la Franja ha dejado desde entonces más de 40.700 muertos, más de 94.000 heridos, más de 10.000 desaparecidos bajo los escombros y 1,9 millones de desplazados -casi la totalidad de la población- en medio de una crisis humanitaria sin precedentes.