El sector químico de Tarragona afronta un panorama en el que conviven fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas. Dependerá del propio sector, y también de los poderes públicos, determinar qué se impone y acaba pesando más en la balanza.
Pensamos que existen ingredientes para que nuestro territorio siga contando con una industria que es referente mundial y cuyos productos son esenciales, pero debemos tomar la dirección adecuada, y cuanto antes.
La principal debilidad del sector es su alta dependencia de la energía, que se combina con su elevado coste actual. Algo parecido sucede con determinadas materias primas. Todo ello en un contexto en el que competimos con otras regiones del mundo donde los costes son más bajos.
Tenemos también debilidades y amenazas en la transición energética. Los objetivos de descarbonización no serán factibles de no alcanzarse la implantación necesaria de renovables. Además, debemos eliminar barreras normativas: por ejemplo, deben tomarse en cuenta más tipos de hidrógeno renovable, y no hablar solo el verde.
También debería contemplarse la captura y el almacenamiento de CO2 como tecnología puente, mientras se desarrollan aplicaciones para el CO2 como materia prima.
Pero competimos también con fortalezas, como nuestro alto grado de integración, un hecho único que nos otorga valor diferencial respecto a otros polígonos: integración de procesos (los productos de unas empresas son materias primas para otras), de instalaciones (están conectadas entre sí por racks de tuberías), y también en cuanto a sinergias e infraestructuras conjuntas.
Al mismo tiempo, también es un valor nuestra integración en el territorio: por la proximidad del talento (universidad, centros formativos...), de la innovación y la investigación, de infraestructuras como el Port... Sin olvidar oportunidades como que somos una región única para desarrollar proyectos relacionados con el hidrógeno, o como el hecho de que la Química seguirá siendo un sector demandado a nivel mundial en la próxima década, porque nuestros productos son esenciales y, además, imprescindibles para afrontar los retos de sostenibilidad que tenemos por delante.
Debilidades
Alta dependencia de la energía y materias primas externas.
Necesidad de talento altamente formado y especializado.
Ubicación alejada de los mercados del centro y norte de Europa.
Amenazas
Alto coste de la energía.
Falta de generación de energías renovables.
Infraestructuras viarias, ferroviarias y eléctricas insuficientes.
Obstáculos normativos (redes cerradas, necesidad de reconocimiento de diferentes tipos de H2...).
Costes de producción más competitivos en otras regiones.
Fortalezas
Productos esenciales.
Alta integración y cooperación entre empresas.
Proximidad con universidades, centros de investigación, Puerto...
Oportunidades
Tarragona como referente del hidrógeno.
Captura y almacenamiento de CO2.
Especialización, innovación y alto valor añadido como elementos diferenciadores.
Previsión de crecimiento del sector a nivel mundial.
Maria Mas Chacón, Directora gerente AEQT
