Un nuevo contexto genera nuevas oportunidades y el coronavirus ha roto con gran parte de la estructura económica establecida, sacudiéndola hasta los cimientos. Pero las oportunidades no se encuentran solas, ya que requieren de capacidad de adaptación, perspicacia y un poco de suerte para que estas salgan a la luz y tiren adelante.
Sobre este tema, la Cambra de Comerç de Tarragona ha organizado un nuevo webinar titulado ‘Una breve mirada a Senegal, Ghana, Nigeria y Costa de Marfil’, centrándose esta vez en la parte occidental del continente africano para analizar qué afectación ha tenido el coronavirus en él y qué nuevas posibilidades se abren para la exportación en el territorio.
Roberto Barros, director de Comercio Internacional en la Cambra de Tarragona, fue el encargado de dinamizar y presentar el acto. Indicó que «en occidente la pandemia ha cambiado los hábitos de consumo y en África es posible que también esté pasando esto».
Con esta afirmación, Barros se refiere a que el modelo económico tradicional de gran parte de los países africanos se ha basado en la importación de productos acabados desde países occidentales o China y, ahora, con la irrupción de la Covid-19, la situación va a cambiar porque la demanda se está dirigiendo cada vez más a consumir productos de proximidad.
Esto, sin embargo, no resta oportunidades a las empresas españolas, ya que en el oeste africano las infraestructuras y el nivel de inputs no son suficientes para cubrir la demanda local y requerirán, por tanto, de ayuda exterior. En palabras de Barros, «cuando hablamos hoy día de exportar no estamos hablando de llevar productos acabados, sino inputs para infraestructuras, tratamiento de aguas, formación y otros sectores estratégicos».
El director de Comercio Internacional de la Cambra de Tarragona también avisa de que prosperar en el mercado africano no es fácil, y añade: «hemos visto a muchas empresas fracasar allí si no se hace un buen seguimiento del mercado; es muy competitivo, hay que viajar mucho y tener mucho contacto y hay que estar dispuesto a viajar varias veces».
También avisa del rol que juega la visión de la empresa al respecto: «Si se ve la inversión en tiempo y dinero de exportar a África como un gasto, será un gasto porque no servirá para absolutamente nada».
La jornada siguió con la intervención de Joaquin Gerard, socio consultor de JOKOO, una empresa centrada en asesoría internacional, hablando de Senegal y en especial de su capital, Dakar. En cuanto a la afectación del coronavirus en el país destaca que «el estado ha reaccionada de forma muy rápida al coronavirus: con pocos casos ya extremaron las medidas de seguridad».
«La población -añade- está muy acostumbrada a las pandemias y está preparada para realizar pequeños sacrificios, además el uso de gel y mascarilla está arraigado en la ciudadanía».
Gerard destaca que la pandemia «es una oportunidad para las pymes, ya que son más adaptables». Una opinión en línea con lo indicado por Roberto Barros, partidario de centrar la exportación hacia el territorio en bienes de equipo y no en productos finales.
En cuanto al contexto económico del país, destaca que «la puerta de entrada no solo a Senegal, sino que a toda la región, es el puerto de Dakar: el 40% de las mercancías que entran van dirigidas a países de alrededor». También destaca que no existen problemas de abastecimiento en el país y la demanda sigue la tendencia a aumentar de los últimos años, pero advierte de que «las importaciones han caído significativamente».
La siguiente intervención fue a cargo de Joan Masferrer, director general de Compass of the World, empresa especializada en asesorar a las empresas en su implantación en el mercado africano. Masferrer empezó explicando el contexto en la región occidental de África antes del coronavirus. Este estaba determinado por un boom demográfico y un crecimiento en el comercio industrial acompañado de una mayor estabilidad política. Ahora, sin embargo, indica que «el precio ya no es lo único: de cara al futuro habrá que cambiar los planes, los productos acabados no serán la única opción».
Haciendo un repaso estado por estado, Masferrer indicó que en Ghana las previsiones señalan que el país va a seguir creciendo este año a un ritmo del 2%, ritmo muy inferior al de los últimos años. Costa de Marfil también tiene perspectivas de crecimiento moderado y el único que va a decrecer será Nigeria, la mayor economía del continente, que ya llevaba varios años creciendo de forma más lenta en comparación con los países vecinos.