La cuesta de septiembre va a contar con un imprevisto para el bolsillo con el que casi no contaban los miles de conductores que estos días regresan a sus casas tras las vacaciones: el precio de los combustibles. Llenar los depósitos supone ya el gasto más elevado de todo el año después de que los precios de las estaciones de servicio se hayan situado justo a finales de agosto en su récord de 2023 tras subir un 12% en el último año.
El precio medio del litro de gasolina se sitúa en los 1,72 euros, lo que supone un 0,6% más que la semana pasada y la referencia más alta desde el mes de noviembre de 2022, aunque entonces estaba vigente la subvención de 20 céntimos por litro implantada por el Gobierno por la crisis por la guerra en Ucrania.
Habría que remontarse a finales de julio del año pasado para encontrar un nivel más alto para el precio del litro de este combustible teniendo en cuenta la bonificación del Ejecutivo que estuvo vigente hasta finales de 2022.
El precio medio del diésel también encadena siete semanas consecutivas de subidas, con un encarecimiento del 0,6% en la última semana, para alcanzar los 1,612 euros el litro, un nivel que no marcaba desde mediados febrero, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea. En este caso, el precio del diésel es todavía más bajo del que llegó a tocar el año pasado a finales de agosto, teniendo en cuenta la bonificación de 20 céntimos, ya que, a pesar de que marcaba los 1,883 euros por litro, con el descuento su precio se situaba en los 1,683. Desde inicios de julio, cuando arrancó esta nueva espiral alcista, el litro de gasolina acumula un incremento en su precio del 8%, mientras que el de gasóleo suma un encarecimiento del 12%.
Con los precios actuales, llenar un depósito 55 litros de gasolina asciende a 94,5 euros, frente a los 87,5 euros de hace un año, incluyendo eso sí el descuento de 20 céntimos por litro que estaba vigente hace un año. En el caso del gasóleo, implica un gasto de 88,5 euros, unos cuatro euros menos que hace doce meses.
El Gobierno en funciones no se plantea aplicar nuevas medidas de apoyo, como la de la rebaja de 20 céntimos en vigor durante buena parte de 2022 para todos los ciudadanos independientemente de su renta o profesión. Fuentes gubernamentales aclaran que los precios actuales de los combustibles están situándose en el «punto de equilibrio» estimado por los equipos económicos de Moncloa para esta segunda parte del año, aunque admiten que se han acelerado más de lo calculado para todo este segundo semestre. El Gobierno cuenta con un barril de Brent cotizando entre los 80 y los 90 dólares hasta diciembre. Este jueves, por ejemplo, se mueve en el entorno de los 86 dólares.
La política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) está logrando uno de los objetivos que tenía con la subida continua de los tipos de interés: el enfriamiento de la economía, al menos en lo que respecta al mercado inmobiliario. Porque la firma de hipotecas ha superado la mitad del año con retrocesos continuos. Se constituyen muchos menos préstamos que hace un año. Solo en junio, la caída interanual ha rozado el 22%, según los datos del INE. En el sexto mes del año se han firmado 33.478 préstamos, con un tipo de interés medio que siguió al alza, alcanzando el 3,19%, su cifra más alta desde abril de 2017. Esa es una de las grandes razones por las que una parte de los ciudadanos cesan en su intención de adquirir una vivienda. A pesar de que el euríbor ha paralizado la escalada que protagonizaba desde hace año y medio, ha cerrado agosto por encima del 4%: a quienes les toque revisar su cuota con esa referencia, verán incrementada la mensualidad frente al índice del 0,99% de hace un año.