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Los coches nuevos suben de precio un 40%, pero disparan sus ventas en Tarragona

Los precios de los vehículos siguen subiendo de manera firme, pero eso no ha impedido que en el primer trimestre de 2023 se haya vendido un 44,5% más que en el primero de 2022

05 junio 2023 20:17 | Actualizado a 06 junio 2023 19:00
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Se ha llegado a un punto en el que comprarse un coche nuevo significa realizar una inversión mucho más costosa que en el pasado. En concreto, un 40%, tal y como desvela el IPC. Este número se sacó de la comparación entre los precios de los coches más económicos del 2018 y del 2023 actual. Las comparativas son odiosas porque en ocasiones reflejan crudas realidades, como es el caso.

La situación es tal que comprar un coche nuevo por debajo de los 10.000 euros en España ya es imposible. Como mínimo se necesitarán cuatro ceros para realizar un desembolso de este tipo. En tiempos de inflación y de salarios bajos, este hecho dibuja un escenario en el que adquirir un automóvil de primera mano comienza a ser un bien de lujo.

Santi Oliva, CEO del Grupo Oliva Motor, es uno de las primeras voces autorizadas que confirman este aumento del precio: «Es una realidad. Lo que está pasando es que para afrontar la compra de un coche hay que afrontar una inversión mucha más importante».

El informe de la OCU pone el foco en la subida de precios de los coches de combustión, ya que los mayores incrementos se aprecian en los ejemplares que equipan motores tradicionales. En cambio, en las motorizaciones híbridas esas subidas han sido más contenidas. Y en el caso de los eléctricos se ha registrado una bajada de precio, concretamente del 6%, tomando como referencia el modelo más barato en 2018 (Peugeot Ion, 21.850 euros) y en 2023 (Dacia Spring, 20.555 euros).

Las causas son variables, pero lo cierto es que han influido de manera firme en el aumento del precio. ¿Cuáles son las más importantes? Las multas por emisiones de CO2 impuestas por la Unión Europea, la escasez de microchips y los avances en los equipamientos de los vehículos que necesitan de un mayor coste de materias primas, repercutiendo de manera final en el coste.

La afectación de la inflación

Oliva lo resume poniendo en general dos factores que están siendo determinantes para esta subida y que tiene que ver en parte con la situación económica general: «La primera es la inflación en la que estamos actualmente y que afecta a todos los sectores. Pero para nosotros hay un factor adicional y que no es otro que las restricciones de emisiones. Esto está provocando un desarrollo tecnológico más caro porque las versiones más económicas no cumplen con las emisiones. Así pues, el comprador está teniendo que escoger versiones más caras de modelo, provocando que el precio medio del coche comprado suba».

Sin embargo todos estos condicionantes no están afectando a la demanda, aunque parezca mentira, todo lo contrario, la están reforzando. En marzo de 2023 se vendieron 99.524 unidades en España (un 66,1% más que en marzo de 2022). Es el tercer mes consecutivo con mejores registros, por lo que se cerró el primer trimestre con 237.536 unidades vendidas, un 44’5% que en el primer trimestre de 2022.

La cosa va más allá, con las ventas de mayo, el sector encadena cinco meses en positivo, sumando 404.337 unidades vendidas en total, un 26,9% más que en el mismo periodo del año anterior, pero aún un 28% por debajo de 2019, antes de la pandemia. «Con cinco meses cerrados, esperamos que el cierre de año pueda estar en torno a 950.000 unidades, 25.000 más de la previsión más optimista que teníamos en enero. No obstante, hemos de ser cautos», indica Félix García, director de comunicación y marketing de Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC).

Estos datos son confirmados por Oliva: «Quiero poner en valor que este año está yendo muy bien comercialmente, por lo que sí, el primer trimestre ha sido bueno. Pero sobre todo quiero destacar que no hay tanta diferencia respecto al año pasado, por lo que el 2022 fue bueno y el 2023 también lo está siendo».

«La incertidumbre de ciudadanos y empresas sobre qué coche comprar sigue latente y más, ahora, con la convocatoria de elecciones generales que suele paralizar la actividad económica», añade. A juicio del sector, el escenario de subida de los tipos de interés tampoco ayuda a impulsar este segmento del mercado, pues encarece la financiación para acceder a un vehículo nuevo, «lo que no beneficia a la renovación de un parque móvil que ya supera los 14 años de antigüedad».

Una recuperación «muy lenta»

Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto, patronal que integra las asociaciones de concesionarios oficiales, insiste en que, pese a la recuperación de estos meses, la sensación es de que la recuperación está siendo muy lenta. «Estamos un 25% por debajo de las ventas que se hacían en el año 2019 y esa recuperación se está haciendo muy mediatizada por una menor capacidad de compra por parte de las familias que tienen menos renta disponible y menos capacidad de ahorro», indica.

Más allá del incremento de los precios y de las ventas también hay un aspecto que preocupa al lector y no es otro que el stock de los coches. Con la pandemia, las listas de espera para tener un un vehículo nuevo iban desde los 3 hasta los 12 meses. ¿Por qué? Esto venía, y viene en menor medida, motivado por la dependencia de la industria mundial del automóvil (especialmente en Europa y América) de los fabricantes y proveedores asiáticos, tanto en la fabricación de los cada vez más necesarios microchips, semiconductores y circuitos integrados como en otros elementos como las baterías para coches eléctricos, microhíbridos e híbridos enchufables.

2022 fue el año más duro en este sentido y en 2023 parece que el sector comienza a respirar. Se sigue teniendo que esperar todavía para tener según que modelo de coche, pero no tanto tiempo ni en tanta variedad como años atrás. Eso sí, ‘la crisis de los microchips’, así se le conoce, no se dará por zanjada hasta por los menos 2023, tal y como aseguran varios expertos.

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