Con la última subida del interés al 2%, los ciudadanos han pasado de permanecer tranquilos con las cuotas de los créditos contratados a preocuparse de forma intensa ante una escalada que, por ahora, no tiene fin. Hipotecas y préstamos más caros; depósitos casi sin remunerar; y hasta deuda del Estado más elevada son las grandes consecuencias de la medida recién aprobada.
Hipotecas imparables
La cuota de las hipotecas sigue creciendo a medida que toca renovar estos préstamos. El alza ya ha sido palpable en una parte de los préstamos para vivienda, los que han tenido que ser renovados en las últimas semanas. Esos créditos ya han incorporado la subida del euríbor, que ha sido el paso previo a la decisión del BCE. El indicador hipotecario con el que se calculan la mayor parte de las hipotecas a tipo variable en España ha pasado de estar en el -0,5% a principios de año a situarse este jueves en el 2,6%. Esta evolución provocará que la cuota mensual de una hipoteca media (145.000 euros a 24 años con un diferencial de un punto sobre el euríbor) pase de unos 530 euros hasta los 750 euros en la próxima revisión. Al año supondrá un gasto extraordinario por familia de 2.600 euros.
Hay que tener en cuenta que la subida del euríbor será desigual, en función de cuando se firmara la hipoteca: para una de 2005, la cuota se incrementará en 76 euros al mes; para ese mismo crédito pero de 2012, supondrá 132 euros; y para una de 2019, casi 200 euros. En el caso de quienes estén hipotecados con un tipo fijo, se libran de cualquier cambio: seguirán pagando la misma cuota pactada. La Navidad saldrá más cara Quienes tiren de crédito en las compras que tengan previstas para esta próxima Navidad pagarán bastante más por esa financiación que cuando lo hicieron el año pasado por estas fechas.
Entonces, a finales de 2021, el tipo medio de los préstamos personales se encontraba en el mínimo histórico del 5,6%. Ahora, esa misma entidad financiera le cobrará un interés medio que ya supera el 7% (concretamente un 7,09% con el dato de agosto publicado por el Banco de España, el último disponible).
Así, operaciones habituales como la adquisición de un vehículo nuevo, mobiliario para el hogar, electrodomésticos o viajes, entre otras compras, saldrán más caros.
Los depósitos, al 0,06%
Quienes hayan ahorrado dinero en sus cuentas han visto cómo sus bancos apenas les han ingresado dinero por la rentabilidad de estos productos. De hecho, las comisiones han provocado que en muchos casos esa rentabildiad haya sido negativa. Hasta el pasado mes de agosto, la remuneración media de los depósitos en España se situó en el 0,06%, frente al 0,04% que venía arrastrando durante los dos últimos años. Es un alza mínima en comparación con el ascenso que ya han sufrido los créditos, aunque el dato sí incluye las ofertas que están lanzando algunas entidades para remunerar mejor sus productos de ahorro y, sobre todo, atraer nuevos clientes.
Deuda pública más costosa
La decisión del BCE también implica que el Estado tendrá que destinar más dinero a financiar la deuda pública que emita para sostener la economía española. En las últimas subastas, el Tesoro ya ha tenido que pagar más intereses por las emisiones de deuda, ante la presión de los inversores. El coste del bono español a 10 años se encuentra ya en el 3,2%, frente al 2,7% de septiembre. Hace apenas tres meses, se situaba por debajo del 1,5%. Para este año, el Estado gastará más de 30.000 millones de euros en intereses, una cifra que previsiblemente y con esta nueva subida de tipos, se incrementará de cara a 2023.