La Terra Alta se ha convertido en epicentro de la cosmética natural gracias a la apuesta de Freshly de situar su gran centro logístico en Gandesa. La empresa, muy conocida en redes sociales por los patrocinios de diversas influencers, siempre ha apostado por “Quedarse en el territorio”.
El aterrizaje de la Factoría Freshly en la capital terraltina hace un año ha agitado y diversificado la industria en la zona. La marca ha apostado por producir sus propios productos desde Gandesa. Empezó fabricando y empaquetando uno de sus aceites insignia y este año ya lo hacen con más artículos. La plantilla es ahora de unos ochenta trabajadores, pero la cifra se dobla en campañas de rebajas, el Black Friday o promociones de la marca, cuando llegan a salir hasta 15.000 pedidos diarios de Gandesa hacia el mundo.
En abril del año pasado se ponía en marcha en Gandesa ‘la Freshly Factory’, como lo denominan en la empresa cosmética. Se trata de una fábrica propia de la marca de cosmética natural que se integra en el proyecto del centro logístico que han construido en el polígono La Plana, una planta que ha supuesto una inversión de la compañía de 5 millones de euros.
Cómo explica Mercè Civil, Picking Specialist y socia de Freshly Cosmetics, el objetivo ha sido “internalizar buena parte de la producción”, lo que ha significado “una gran mejora” para la marca porque permite “englobar formulación, fabricación y almacenamiento” y “ser más competitivos y más sostenibles”. Cerrar el círculo productivo dentro del mismo centro de la Terra Alta reduce los transportes y permite a Freshly “proteger más las fórmulas” de sus productos.
Aceites hechos y envasados en Gandesa
En un año, la Factoría Freshly ha producido 35.000 kilos de uno de sus aceites corporales insignia y ha envasado medio millón de unidades, en diferentes formatos. Este año ya han empezado a fabricar un nuevo producto, un aceite capilar, y se proponen producir también todos los productos no aceitosos de la marca. Otro adelanto será la implementación de una cuarta línea para envasar productos en formado ‘refill’, un embalaje biodegradable, hecho en un 75% de fibras vegetales, que permite que los clientes rellenen los envases y los reutilicen.
La Picking Specialist de Freshly ha querido felicitar a todo el equipo de la Factoría de Gandesa “porque ha sido un año lleno de adaptación y retos” que “se han podido alcanzar”. La planta da trabajo a muchas personas de los pueblos de la comarca de la Terra Alta y de todas las Terres de l’Ebre así como a muchos residentes de pueblos vecinos de la Franja de Aragón. “Creemos que sí que ha sido un impacto favorable para la zona”, ha valorado Civil.
La llegada de Freshly, además, diversifica un sector industrial muy estabilizado en sectores como el papel y se propone extender “nuevos valores y un talante” en la forma de trabajar de los equipos de la industria a la zona. Los pasillos del centro logístico dejan testigo de esta filosofía con fotografías de los trabajadores en momentos distendidos y de unión.
La plantilla actual la forman unas ochenta personas, pero el centro ha llegado a tener ciento cincuenta empleados durante las campañas de rebajas, y sobre todo durante el Black Friday o las promociones y descuentos que la marca hace durante todo el año. En los últimos días, la actividad en el centro logístico y la factoría ha sido frenética por una campaña de descuentos que ofrecía la compañía. De Gandesa han salido entre siete y ocho mil pedidos diarios, pero se ha llegado a la cifra de quince mil pedidos diarios en otros momentos de reclamo.
Más líneas de producción
Las instalaciones de Gandesa tienen tres líneas de producción automática con rendimientos de hasta cuarenta y cinco unidades por minuto. El año pasado se envasaron y etiquetaron más de un millón de unidades de diferentes productos. El catálogo de Freshly supera ya el centenar de artículos, un crecimiento exponencial en solo ocho años, cuando desde un garaje personal de la Terra Alta, Civil se encargaba de empaquetar y distribuir los cinco primeros productos de la marca.
La previsión para este 2024 es triplicar el volumen de envases y superar los tres millones de unidades a final de año. Los productos de Freshly se compran en unos cuarenta países de todo el mundo. A pesar de que empezó con ventas exclusivamente en línea, tiene ya tiendas físicas en España, Andorra, Italia, Francia y Portugal. La compañía de cosmética natural también trabaja con varios laboratorios del área metropolitana de Barcelona, tiene otra instalación logística en Reus, y colabora siempre que puede con otras industrias de las Terres de l’Ebre.
Más superficie industrial
Freshly y otras importantes factorías instaladas en La Plana de Gandesa quieren continuar creciendo, pero el polígono se ha quedado sin suelo industrial disponible. El consistorio trabaja con el INSCASÓL para resolver esta ampliación, que cuenta con el proyecto de urbanización aprobado, pero ha topado con trabas por cuestiones económicas. El Ayuntamiento ha propuesto al Departmanet de Empresa que se pueda hacer uso de los Fondos de Transición Nuclear para resolverlo.
La movilidad en el polígono también es otro escollo a superar. El Govern ha sacado a licitación las obras para construir el vial de acceso desde la C-43 – que podría estar listo en un año -, y Gandesa también reivindica las circunvalaciones de esta carretera, y de la N-420 para desviar el tráfico de camiones del centro del municipio.
Quedarse a casa
Freshly también señala la formación cualificada específica que se podría implementar en los centros educativos ebrenses y que los facilitaría retener talento, con estudios específicos de ámbitos como laboratorio y controles de calidad, así como todo tipo de perfiles relacionados con la logística.
Los fundadores de Freshly tienen raíces ebrenses, y terraltinas. Estudiaron en la URV de Tarragona y “tenían claro que querían quedarse en el territorio”, como explica Civil. El impacto socioeconómico que ha supuesto la llegada del centro logístico y la factoría de la empresa de cosmética natural al polígono de Gandesa es todavía inmensurable. Esta pequeña zona rural, la comarca con más despoblamiento y menos riqueza del país, se ha convertido en epicentro de una de las empresas referentes del sector.