El excedente de purines genera actualmente una preocupante problemática ambiental en algunas zonas de la Comunidad de Aragón. Parte de la solución a este problema será la puesta en marcha de la planta de biogás de Zaidín (Huesca), impulsada por el Gobierno de Aragón y que será gestionada por la empresa Griñó Ecologic. Esta planta tendrá capacidad para tratar anualmente 205.000 toneladas de residuos procedentes de la industria agroalimentaria y de restos agrícolas, entre otros. Como resultado del tratamiento se producirán fertilizantes orgánicos sustitutivos de abonos químicos. Por otra parte, la energía eléctrica generada en el proceso de tratamiento se aprovechará para el funcionamiento de la propia instalación, y los excedentes serán vendidos a la red eléctrica.
La reducción de gases de efecto invernadero, la reducción de emisión de amoníaco o la reducción de la contaminación del agua son sólo algunos de los beneficios que se van a conseguir en Aragón con la puesta en marcha de la planta de biogás de Zaidín (Huesca), que se acaba de iniciar.
Además del empleo directo e indirecto estimado en unos 50 puestos de trabalo, esta instalación contribuirá a la generación eléctrica renovable y ayudará a mejorar la gestión de los retos ambientales en el sector agrario.
Energía verde
El biogás es un producto que se obtiene a partir de la fermentación de la materia orgánica, y está constituido mayoritariamente por metano (65% aprox.) y dióxido de carbono (33% aprox.) a parte de otros gases minoritarios como hidrógeno (H2), nitrógeno (N2), oxígeno (O2) y sulfuro de hidrógeno ( H2S). El biogás se convierte en energía eléctrica y térmica dentro de la Plaça de Sant Joan, 10, 6ª planta – 25007 Lleida planta de cogeneración. E objetivo de Griñó Ecologic es la transformación de este biogas en biometano e hidrógeno en una segunda fase.
Esta energía eléctrica generada en la planta y que no sea autoconsumida, inicialmente se exportará a la red de servicio pública de la compañía eléctrica distribuidora.
Garantía de gestión
Griñó Ecologic, empresa perteneciente al grupo Griñó, es la compañía encargada de la gestión y explotación de la planta de Zaidín durante los próximos 20 años. Griñó Ecologic es una empresa altamente cualificada y experimentada en la implementación de un nuevo modelo energético que sustituye la energía procedente de combustibles fósiles por energía limpia de fuentes renovables, con el objetivo de eliminar emisiones de gases de efecto invernadero y descarbonizar la economía.
La nueva instalación tiene una capacidad de tratamiento de 205.000 toneladas anuales
“La implantación de infrastructuras de digestión anaerobia como la de Ziadín, centrada en la gestión sostenible recursos biológicos, permite suministrar materiales, productos y energía y contribuyen a la eliminación de gases de efecto invernadero. Es una tecnología solvente para la lucha contra el cambio climático”, opina Juan Griñó, director general del Grupo Griñó.
Estabilidad y solvencia
El Grupo Griñó cerró el año económico de 2023 con unas ventas consolidadas de 183,4 millones de euros y un EBITDA que alcanzó los 40,1 millones de euros, cifra que supera los 169,4 millones de facturación y los 33,2 millones de EBITDA de 2022. Estos resultados certifican la estabilidad y la solvencia de la compañía.
Sobre Griñó
El Grupo Griñó, con 90 años de historia, es un grupo empresarial que centra su modelo de negocio en la transformación de los residuos en recursos y energía verde para promover la transición hacia una sociedad neutra en carbono como prioridad para crear valor a largo plazo. Ofrece soluciones integrales para todas las fases del ciclo de gestión: recogida, transporte, tratamiento y recuperación de residuos peligrosos y no peligrosos, aportando soluciones completas y eficaces en cada una de las áreas de negocio en las que centra su actividad y a lo largo del ciclo completo de la cadena de valor.
