El Port de Tarragona actúa como hub del Mediterráneo, es decir, es el enlace entre los principales países productores y el resto del Estado. En 2019 se alcanzaron los 32,6 millones de toneladas en tráfico marítimo (sin incluir transbordos, tráfico interior, avituallamientos, pesca fresca, tránsitos terrestres ni control aduanero terrestre). Respecto 2018, esto supone un incremento del 1,9%.
El gran calado del Port de Tarragona, junto a la alta especialización de la estiba y los avances tecnológicos, permite que haya operativas de grandes dimensiones, como es en el caso de los productos agroalimentarios. A modo de ejemplo, el barco con más toneladas de este tipo de tráfico que ha llegado al Port es el Grizzy. Fue en mayo de 2020 e iba cargado con más de 69.501 toneladas de cereales y harinas. También en abril de 2020, el Port recibió el barco ARIS T, con 49.973 de GT (volumen interno del barco).
El tráfico de cereales y harinas en 2019 fue de un total de 4,21 millones de toneladas (8,15% más respecto el año anterior) y manteniéndose como la mercancía más importante dentro de los sólidos. Fue en 2018 que se observó una variación en el ranking de las mercancías movidas como granel sólido. Históricamente estaban lideradas por el carbón, pero en 2018 los cereales y sus harinas lo sobrepasaron. También los piensos y forrajes han registrado un importante aumento, alcanzando ya los 1,52 millones de toneladas anuales.
El país con más escalas en productos agroalimentarios que conecta con el Port de Tarragona es Ucrania y el segundo con más movimientos, Brasil. En el primer caso, entre les meses de enero y agosto de este año se han movido más de un millón de toneladas. En cuanto a Brasil, esta cifra roza el medio millón.
La zona de influencia terrestre del Port de Tarragona es también muy importante. Un hinterland que incluye toda Catalunya, Aragón y gran parte de Navarra y el este de Castilla, donde se fabrica más del 40% del total de producción de pienso del Estado. Los productos se importan a través del Port y se transportan en las zonas de fabricación para la alimentación animal en Lleida, Zaragoza, Girona y, a menor escala, también en Soria y Huesca.
El liderazgo en el tráfico de productos agroalimentarios en el Port de Tarragona se ha sustentado, entre otros factores, por la aportación de servicios cualificados, alta productividad y unas infraestructuras especializadas para la cadena logística de este sector.
Apuesta por la diversificación
Gracias a contar con una alta preparación, el Port podrá afrontar con todas las garantías los desafíos del futuro y, en estos momentos, también a los cambios provocados por la crisis sanitaria. Muestra de ello es el comportamiento positivo de sus principales tráficos portuarios. Como detallábamos en el inicio, el Port cerró 2019 con un volumen total de 32,6 millones de toneladas. En el mismo ejercicio se descargaron 25,32 millones de toneladas y se cargaron 1,28 millones.
Entre las operaciones que se realizan a diario en el Port de Tarragona destacan, más allá de los agroalimentarios, los energéticos, contenedores, cruceros, fruta, líquidos, papel y productos forestales o Project Cargo (o carga de proyectos, refiriéndose al transporte de determinadas mercancías que por sus dimensiones, peso y complejidad no pueden ser contenerizadas). Además de siderúrgicos y vehículos. También juega un papel importante el tráfico de animales vivos, siendo el Port de Tarragona uno de los dos puertos españoles autorizados por el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente para la carga de ganado vivo. Un servicio que se inició en el año 2012, con la correspondiente autorización ministerial y la construcción de una instalación especial para la carga de ganado, y que no ha dejado de crecer desde entonces. La muestra del auge del tráfico de animales vivos es que durante el primer trimestre del presente año se triplicaron las exportaciones en comparación al mismo periodo del año anterior.
Este tipo de movimiento ha permitido exportar directamente desde Tarragona ganado a las principales zonas productivas del norte del estado español. La exportación anual media es de 330.000 cabezas.
En cuanto a los graneles líquidos, el Port movió en 2019 un total de 21,10 millones de toneladas. La mercancía con mayor volumen de movimiento en líquidos sigue siendo el petróleo crudo (46,07% de la mercancía líquida). El tráfico de gases energéticos también aumentaron en el último ejercicio, alcanzando los 1,83 millones de toneladas y representando un incremento del 8,4%.
Desde la autoridad portuaria se destaca que esta tendencia al alza se traduce en riqueza para el entorno. También se ve como una oportunidad de mejora de la competitividad de los clientes del Port de Tarragona, así como un refuerzo de la proyección nacional e internacional, por lo que el objetivo es seguir trabajando en esta línea.
Conexión con 60 países
En cuanto a la internacionalización, cabe destacar que el Port de Tarragona tiene conexión con sesenta países de todo el mundo, a través de líneas marítimas regulares. Por continentes, el mayor tráfico se registra con Europa, con un total de 15,87 millones de toneladas (48,09%). A continuación, destaca África, con 9,6 millones (29,3%). También destaca América, con 4,98 millones de toneladas (15,10%). Asia representa el 6,41%, con el que se mueven 2,1 millones de toneladas; y Oceanía, el 1,06% y un total de 351.000 toneladas anuales.
