<iframe src="https://www.googletagmanager.com/ns.html?id=GTM-THKVV39" height="0" width="0" style="display:none;visibility:hidden">
Whatsapp Diari de Tarragona

Para seguir toda la actualidad desde Tarragona, únete al Diari
Diari
Comercial
Nota Legal
  • Síguenos en:

Inflación e inversión, ilusión monetaria en bolsas

En el uso diario, ‘inflación’ es sinónimo de ‘subida del precio de un bien o servicio’

17 junio 2024 11:36 | Actualizado a 17 junio 2024 11:37
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Inflación es una de las palabras peor utilizadas en economía.

En su origen, durante el patrón oro, el término designaba un incremento de la cantidad de papel moneda en circulación respecto al metal precioso que lo respaldaba. De ahí pasó a utilizarse para indicar un incremento en la cantidad de dinero en circulación superior a la justificada por el incremento en la actividad económica, y hoy en día se usa, en sentido estricto, para referirse a la caída en el poder adquisitivo del dinero respecto a una cesta de bienes y servicios ‘representativa’ del conjunto de la economía.

La inflación utilizada en ese sentido implica que la capacidad de gasto agregado (la suma de todo lo que queremos comprar) es superior a la capacidad de producción agregada (la suma de todo lo que podemos ofrecer).

En el uso diario, sin embargo, inflación ha pasado a ser sinónimo de ‘subida del precio de un bien o servicio concreto’, y escuchamos expresiones tan peregrinas como ‘inflación inmobiliaria’ o ‘inflación del aceite de oliva’, pero en esos casos deberíamos hablar de ‘precio relativo’.

Los ‘precios relativos’ indican desajustes en productos y servicios concretos, y son el mecanismo que utiliza la economía de mercado para que la asignación de recursos productivos sea lo más eficiente posible; los movimientos de precios relativos transmiten información importante sobre la escasez de bienes y servicios particulares. Un precio relativo en aumento indica que la demanda está superando a la oferta, lo que induce a los consumidores a buscar sustitutos y a utilizar de forma más eficiente el bien en cuestión, a la vez que mejora la expectativa de beneficios de los productores (de ese bien y sus sustitutos) lo que los anima a producir más.

Una de las consecuencias negativas de la inflación es que dificulta que los agentes económicos distingan qué parte del incremento en el precio de un bien se debe a cambios en su precio relativo y qué parte a la inflación de los precios en general (si todos los precios suben 0% y el de un bien concreto sube un 1% es fácil ver que se trata de un cambio en el ‘precio relativo’, en cambio si todo ha subido un 20% y un bien concreto un 21% ya no resulta tan obvio).

En el periodo de alta inflación de los últimos años es fácil cometer ese error cuando pensamos en los índices bursátiles. Entre abril de 2021 y 2024 el índice de la bolsa de la eurozona subió un 15,4%, el índice de bienes y servicios representativos un 17,7%, ¿la bolsa ha subido o ha bajado? Si pensamos en su precio relativo está un 2% más barata, si pensamos en lo que ha subido el dividendo por acción (un 50%) o el beneficio que los sustenta (un 60%), la caída en el precio relativo es todavía más llamativa.

Alfons Moral, de CaixaBank Banca Privada

En el uso diario, ‘inflación’ es sinónimo de ‘subida del precio de un bien o servicio’
Comentarios
Multimedia Diari