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Eurozona, la energía es una carga

Nuestra energía no solo es mucho más cara: su precio es mucho más volátil

21 octubre 2024 17:21 | Actualizado a 21 octubre 2024 18:25
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La productividad de la que disfruta EEUU es bastante más anémica en la Eurozona. Para ver qué se puede hacer por mejorarla, la Comisión Europea encargó un informe a Mario Draghi -al que deberíamos poner estatuas en todas la capitales europeas - que se presentó recientemente. El informe es excelente, y exhaustivo, 400 páginas, e identifica la energía como el primer punto a mejorar. Hasta la invasión de Ucrania el problema era manejable, pero desde entonces se ha convertido en muy grave.

Históricamente el precio de la electricidad en la Unión Europea (UE) era un 60% más alto que en EEUU, la interrupción del suministro ruso llevó la diferencia hasta cinco veces, y Europa perdió un año de crecimiento mientras cambiaba sus infraestructuras para poder sustituir el gas ruso. Lo conseguimos, pero en el nuevo régimen el precio es el doble que en EEUU.

Nuestra energía no solo es mucho más cara, su precio es mucho más volátil, lo que dificulta la vida de nuestras empresas.

Afortunadamente hay soluciones sencillas para mejorar la situación. La primera es apalancar, en el mercado del gas, el poder de compra conjunto de todos los países de la UE, en vez de dejar que cada país se saque las castañas del fuego. Las grandes economías industriales (Japón, Corea...) hace tiempo que tienen sistemas centralizados de compra.

La segunda es crear en la red eléctrica las interconexiones necesarias para conseguir un mercado único. Hacerlo supondría un ahorro en el precio de la electricidad de 0,34 billones de euros -un 1 % del PIB de la Eurozona- con una inversión relativamente pequeña. La tercera es adaptar la regulación, especialmente la medioambiental, con una política industrial que tenga en cuenta la necesidad de ser competitivos con países con regulaciones más laxas.

No son medidas difíciles, ni caras, aunque con nuestros procesos de toma de decisiones tampoco serán rápidas. Mientras tanto solo nos cabe esperar que el precio del gas y del petróleo en el mercado internacional no suban, pero ahí, por una vez, las noticias son esperanzadoras.

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