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Black Friday: cómo proteger nuestro ahorro

25 noviembre 2024 18:16 | Actualizado a 25 noviembre 2024 19:25
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El Black Friday, una tradición originada en Estados Unidos, comenzó como una jornada de descuentos el día después de Acción de Gracias, marcando el inicio de la temporada de compras navideñas. Su nombre se atribuye al momento en que los comercios pasaban de números rojos a negros en sus balances, gracias al volumen de ventas.

Con los años, este evento se ha consolidado como una fecha clave en el calendario de consumo global, asentándose plenamente en la mayoría de países, incluido España, donde su impacto se amplifica en estos últimos años por el auge del comercio online. Sin embargo, más allá de las oportunidades que ofrece, eventos como el Black Friday también subrayan la necesidad de una buena planificación financiera, pues la tentación de ofertas puede poner en riesgo la estabilidad económica personal, si no se atiende a una estrategia clara.

Integrar este tipo de acontecimientos en un plan financiero es esencial para mantener el equilibrio entre aprovechar las ventajas del consumo y respetar nuestros objetivos de ahorro y gasto a largo plazo.

El punto de partida para disfrutar de este día sin comprometer la estabilidad financiera, radica en la planificación previa y en la fijación de objetivos claros de gasto y ahorro. Es fundamental definir cuánto se está dispuesto a gastar y qué productos son realmente prioritarios. Esto no solo permite evitar compras innecesarias, sino también mantenernos alineados con nuestras metas financieras, ya sea ahorrar para un gran proyecto o simplemente mantener un colchón económico para imprevistos.

Uno de los riesgos más habituales en el entorno digital es el consumo impulsivo, alimentado por estrategias de marketing que apelan a la urgencia: temporizadores de ofertas, mensajes de «última oportunidad» o la sensación de que un producto se agotará si no lo adquirimos al instante. Ante estas técnicas, la reflexión se convierte en una aliada imprescindible. Dedicar tiempo a evaluar si realmente necesitamos un producto puede ser la diferencia entre una compra satisfactoria y un gasto innecesario. Elaborar una lista de compras previa es otra herramienta clave. Identificar las necesidades reales y ceñirse a ese plan ayuda a mantener el control sobre el gasto. Si, además, fijamos un presupuesto máximo, evitamos que el entusiasmo por las ofertas nos lleve a excedernos. De este modo, convertimos el Black Friday en una oportunidad para adelantar compras planificadas, como regalos navideños o artículos que ya habíamos contemplado adquirir, aprovechando los descuentos de forma estratégica.

En este contexto, el asesoramiento financiero cobra especial importancia. Un profesional puede ayudarnos a diseñar un plan realista que contemple nuestras prioridades financieras a medio y largo plazo, sin dejar de lado la flexibilidad para disfrutar de eventos como el Black Friday. El objetivo no es privarnos del consumo, ni de un capricho de vez en cuando, sino hacerlo de manera planificada y alineada con nuestras posibilidades. Es importante recordar que, aunque el Black Friday ofrece oportunidades interesantes, no debe ser una excusa para desviarnos de nuestros objetivos financieros. Compras bien pensadas y planificadas pueden incluso fortalecer nuestra capacidad de ahorro, al evitar compras impulsivas que muchas veces se convierten en gastos innecesarios.

En definitiva, eventos como el Black Friday no tienen por qué convertirse en un riesgo para nuestra estabilidad financiera si los abordamos como parte de una planificación más amplia. Estos momentos son solo un ejemplo de cómo el consumo impulsivo puede desviarnos de nuestras metas económicas.

La clave está en incorporar estos acontecimientos en una estrategia financiera clara, que contemple objetivos a corto y largo plazo. Por un lado, reflexionar, planificar y hacer un uso estratégico de herramientas tecnológicas nos permitirá mantener el control de nuestras finanzas, aprovechando las oportunidades sin comprometer nuestros objetivos.

Por otro lado, una estrategia de ahorro e inversión en base a nuestro perfil de riesgo y a otros componentes personales, como la situación familiar, el horizonte temporal o la capacidad de ahorro, nos permitirá sacar el mayor partido a nuestros ahorros en cada circunstancia.

Andrea Carreras-Candi

Directora de EFPA España

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