Con el inicio de un nuevo curso y la vuelta a las oficinas después de unos meses de verano, la Asociación Profesional de Diseñadores de Iluminación (APDI) subraya la importancia de una «iluminación adecuada» en los espacios de trabajo para garantizar el bienestar y la productividad de los empleados.
En un momento en que muchos se reincorporan a sus actividades presenciales o bien combinan una posición híbrida con días en la oficina y otros en casa, la iluminación se presenta como un elemento esencial para mejorar el rendimiento personal con la finalidad de mejorar también nuestra producción empresarial.
La luz, especialmente cuando está diseñada para imitar las cualidades de la luz natural, juega un «papel crucial» en nuestro estado de ánimo, concentración y salud general. Según estudios recientes, una iluminación adecuada en las oficinas puede incrementar la productividad laboral en hasta un 10%.
Este aumento se debe a factores como la reducción del deslumbramiento, la capacidad de ajustar la intensidad y temperatura de color, y el uso de sistemas de blanco dinámico, que permiten adaptar la luz a las diferentes horas del día y a las tareas específicas que se realizan.
El diseño de iluminación no solo debe enfocarse en la estética, sino también en la funcionalidad. La luz artificial bien diseñada puede simular los ritmos circadianos naturales -dicho de otra manera, nuestro ritmo biológico-, ayudando a los empleados a mantener altos niveles de energía y concentración durante toda la jornada laboral.
Además, la iluminación adecuada reduce la fatiga ocular.
Una encuesta internacional realizada por la consultora Staples en 2018 reveló que un tercio de los trabajadores estaría más satisfecho en su lugar de trabajo si contaran con mejor iluminación.
De hecho, un 80% de los encuestados en ese momento consideró que tener «una buena iluminación en la oficina es esencial para su bienestar y rendimiento».
La luz LED, por su eficiencia energética y capacidad para ofrecer «una iluminación adecuada, se ha convertido en la opción preferida para oficinas modernas».
Un espacio de trabajo bien iluminado es más que una cuestión de confort; es un factor determinante en la salud mental y física de los empleados.
Por este motivo, desde APDI destacan la importancia de considerar la iluminación como una «herramienta estratégica para mejorar las condiciones de trabajo y la calidad de vida de las personas cuando están trabajando en una oficina».
En la misma línea se posiciona la arquitecta especializada en temas de iluminación y confort Maria Alonso, que asegura que «es clave que la luz sea dinámica». Es decir, que haya la opción de adaptar, controlar y regular la luz a las diferentes necesidades del día. Consiguiendo este control, explica, podemos adaptarla a las diferentes necesidades personales y profesionales, y mantener así unos índices de productividad.
En todo caso, Alonso lamenta que a día de hoy aún «falta concienciación» sobre la afectación que tiene una buena iluminación en nuestro día a día en entornos profesionales.
Para terminar con toda esta explicación, Maria Alonso detalla que también es muy importante que hayan pocos contrastes en la sala donde se trabaja. «El equilibrio es la clave», asegura.
Con la mirada puesta en los últimos cambios que ha vivido el sector, Alonso explica que el LED representa un «antes y un después», ya que permite controlar y regular la temperatura de color manteniendo la calidad de la reproducción cromática (la calidad de reproducir bien los colores).
Alonso recuerda que es interesante realizar evaluaciones regulares del entorno de trabajo para identificar posibles problemas de iluminación y tomar medidas correctivas según sea necesario. Gracias al avance tecnológico, una de las claves en grandes empresas está en la optimización de la iluminación de oficina.
Los sistemas de iluminación inteligente, por ejemplo, pueden ajustar automáticamente la intensidad y el color de la luz según las condiciones ambientales y las preferencias de los usuarios. Estos sistemas no solo mejoran la eficiencia energética al reducir el consumo de electricidad, sino que también proporcionan un ambiente de trabajo más cómodo y productivo.
Antes de terminar, Alonso asegura que el objetivo de todo ello es poder controlar un espacio de trabajo con la finalidad de poder generar bienestar personal, ya que está directamente relacionado con la productividad.