El Nàstic no estará solo en Balaídos. Unos 580 aficionados acudirán a Vigo para apoyar al equipo en la semifinal del play-off de ascenso a Segunda División que le medirá al Racing Ferrol. Lo harán confiados en la victoria. No podría ser de otra manera. Les esperan 1.000 kilómetros de viaje. Un trayecto de ida con nervios y de vuelta, esperan, con la felicidad de saber que deberán volver seis días más tarde a la gran final.
Una cita que no se perderá Marc Monforte, uno de los seguidores del Nàstic más conocidos y que será uno de los 52 valientes que cruzará la Península de Este a Oeste en autocar. Miembro de la Penya Nàstic Ebre, Monforte no se lo pensó mucho a la hora de decidir que estaría en Vigo. Ni las 15 horas de viaje en autocar iban a frenar esa voluntad férrea de vivir «un partido histórico». Porque salga como salga tiene claro que «es un día de esos en los que tienes que estar, porque de aquí unos años lo explicarás, si sale bien muchas veces y si sale mal, algunas menos». En su historial de desplazamientos figuran otros instantes imprescindibles en la historia del Club. Como el Santiago Bernabéu o la victoria en la Catedral frente al Athletic Club, entre los que destaca. Para los más supersticiosos Monforte no estuvo en Llagostera. «El ‘xiquet’ me cogió fiebre el día antes y como era la primera vez que enfermaba, porque era muy pequeño, me quedé en casa con él. Pero tenía el billete de autobús y entrada», cuenta.
Acude a Balaídos ilusionado y confiado en que el Nàstic pasará de ronda y no duda en darle el cartel de favorito al equipo de Raül Agné: «Hemos entrado al play-off por los pelos, en las últimas jornadas y eso hace que lleguemos con la moral por las nubes. Estoy a tope», dice tras vivir en directo la victoria en El Collao. Y eso que no las tenía todas. Vaya que ni se imaginaba que el Nàstic pudiera jugar el play-off. «Me lo dicen el día después del Sabadell y no me lo creo. Imposible, hubiera dicho», explica. Podía creerse que el conjunto de Agné ganara todos los partidos, pero no que el resto de resultados acompañaran. «Parece que la competición ha esperado al Nàstic», concluye.
Junto a Monforte en el autocar viajará el matrimonio de El Perelló formado por Andreu Salvador y Maria Cinta Pallarés. Ambos están convencidos de que «el viaje de punta a punta valdrá la pena». Andreu tiene claro que habrá que sufrir porque «será un partido tenso, que se decidirá por detalles», pero que el final será feliz para la hinchada grana. Una victoria que acercaría mucho al fútbol profesional ya que está convencido que «de esta semifinal saldrá el equipo que ascienda».
Es un día de esos en los que tienes que estar, porque de aquí unos años lo explicarás, si sale bien muchas veces y si sale mal, algunas menos
En tren viajará Carlos Hernández, propietario del Bar Petit Tarraco de Tarragona. Un incondicional de los de toda la vida. Durante el año no las ha tenido todas. «Ha sido una temporada rara. Todavía no me lo creo. El año futbolísticamente ha sido malo. Pero al final nos hemos metido», dice a la vez que admite que es «optimista» de cara a la semifinal. «Si no lo fuera no iba», dice entre risas. No le da miedo el escenario. Todo lo contrario. Un campo grande, un estadio bonito y aunque los hinchas granas estarán en inferioridad tampoco espera que sean muchos los seguidores del Ferrol. «He ido dos veces allí y en ninguna de las dos he visto una gran afición», afirma ‘Carlitos’. Ojo, que no es de los que subestiman al rival. Por lo que le cuenta Luis César, exentrenador de ambos equipos y gran amigo suyo el Racing «es más fuerte que el Deportivo porque tiene mejor defensa y mejor delantera».
Carlitos confía en su propia historia. Ha viajado por todo el país apoyando al Nàstic. Especialmente cuando era de la Federación de Penyes y organizaba viajes como el de Lleida con más de 30 autobuses. «He estado en todos los partidos importantes del equipo y en la mayoría han sido con alegrías. Muy pocas decepciones». Carlitos se atreve con una porra: «1-0 y en la final 0-0, porque en el segundo partido ante el Logroñés nos valdrá el empate». Todo calculado. Los cuatro tienen claro que si pasan a la final no se la perderán.