El Nàstic es uno de los mejores equipos de toda España a nivel defensivo, incluso se podría decir que de Europa. A algunos les puede sonar exagerada esta afirmación, pero es que los números solo hacen que reforzar este pensamiento. El conjunto grana es el equipo menos goleado de las tres principales categorías del fútbol nacional. Los de Dani Vidal solo han encajado 18 goles en lo que va de curso. El Real Madrid es el equipo de Primera con menos tantos en contra con 20 goles, en Segunda División es el Leganés el que lidera esta estadística con 21 dianas en contra y en el otro grupo de Primera RFEF es el Málaga el que menos goles ha encajado con 21 tantos también. Nadie iguala el ritmo del Nàstic.
La muralla defensiva que ha construido Dani Vidal es fruto de un trabajo colectivo en el que cada jugador ha interiorizado la importancia de defender. El Nàstic es un equipo que es consciente de que si deja la portería a cero se acerca y mucho a la victoria. El mensaje ha calado en una plantilla que disfruta defendiendo. Ojo, el Nàstic no es un conjunto rácano y que no sea ofensivo. Esa no es la cuestión, pero lo que es cierto es que el equipo tarraconense ataca siempre pensando en no desmontarse. El equilibrio siempre está y eso se traduce en que hacerle un gol a los granas se haya convertido en una ardua tarea para los rivales.
En un equipo que defiende tan bien colectivamente podría parecer injusto resaltar la figura de alguno de sus jugadores, pero lo cierto es que el Nàstic cuenta con dos piezas diferenciales que merecen todos los elogios habidos y por haber. Pablo Trigueros y Nacho González están conformando una zaga que apunta a tener el adjetivo de histórica. Son dos fichajes de verano que parece que lleven años jugando juntos en el Nou Estadi. Su sintonía es absoluta y no hay partido en el que no coleccionen acciones defensivas de gran valor. El equipo les arropa, pero cuando ya no pueden más, ellos ofrecen un máster defensivo para desesperar a los atacantes rivales.
Pablo Trigueros y Nacho González son dos de los jugadores más utilizados por Dani Vidal en toda la temporada. El primero solo se ha perdido un partido, por sanción, mientras que el segundo no ha estado presente en cuatro compromisos, cuatro se los perdió por lesión y el otro por sanción. En otras palabras, si los dos están bien, siempre son de la partida. Su presencia en el once es innegociable porque con ellos el Nàstic se siente todavía más seguro.
Las estadísticas del Nàstic a nivel defensivo todavía se vuelven más exageradas si se cuentan los goles que ha recibido el equipo grana sin ellos dos coincidiendo sobre el césped. La primera aventura de los tarraconenses fue en Fuenlabrada en un partido en el que Pablo Trigueros fue sustituido en el descanso por una amarilla que le lastró. Su ausencia se notó porque el Nàstic perdió su primer partido de la temporada tras encajar dos goles de Fer Ruiz.
Los tres siguientes partidos sin uno de los tres sobre el terreno de juego fueron en las jornadas 13,14 y 15 ante Real Unión, Cultural y Unionistas. Nacho González fue baja por una sanción en el hombro y el Nàstic pagó las consecuencias. El conjunto grana empató a uno en el Stadium Gal (1-1) y encajó dos goles en la derrota en la visita a Unionistas (2-0). Solo se mantuvo la portería a cero en la jornada intermedia ante la Cultural Leonesa en el Nou Estadi (3-0).
La siguiente ocasión en la que ambos no estuvieron juntos en el verde fue en la jornada 25 ante el Teruel en la que Nacho se lesionó de nuevo en el hombro y fue sustituido en el 20’. Por aquel entonces, el Nàstic ya perdía 1-0, pero antes del final de la primera mitad encajó el 2-0 ya sin el sevillano sobre el terreno de juego. En total, el Nàstic solo ha recibido 11 goles en contra si ellos dos han coincidido en el terreno de juego, ya que en el empate en Sestao (1-1) ambos cumplieron ciclo de amarillas. Son unos números bestiales que demuestran que cuando uno de los dos no está, la defensa lo nota.
