El CV Sant Pere i Sant Pau cayó derrotado con crueldad frente al Arenal Emeve en un partido en el que hizo todo para merecer ganar. Osorio, con 39 puntos, lideró una mejoría rojilla que sirvió para sumar un punto en la clasificación, pero que no evitó la derrota.
El SPiSP comenzó el partido mandando en el marcador en los primeros compases, pero con el paso de los puntos fue el Arenal Emeve el que llevó la iniciativa, llegando a tener una renta importante (4-8). Sin embargo, el cuadro de Vlado Stevovski se mantuvo firme en la manga y obtuvo premio porque fue reduciendo distancias hasta empatar el partido. Con el 13-13 volvió la igualdad y fue ese momento en el que los rojillos tuvieron la primera gran brecha a favor (17-13).
Cruel inicio rojillo
El final del primer set se iba a decidir en la agonía tras el 19-19 al que se llegó a la hora de la verdad. Allí el infortunio se cebó con un equipo rojillo que vio como una mala colocación le dejaba sin primera manga (23-25).
No era fácil recuperarse psicológicamente de ese primer golpe encajado, pero los rojillos tiraron de casta y fe para comenzar la segunda manga sin desánimo. De hecho, su gran reacción tuvo premio y llevaron la iniciativa hasta conseguir una renta de cuatro puntos en el ecuador de la segunda manga (14-10). El tiempo rival surgió efecto porque el duelo se volvió a apretar (15-14), pero el equipo rojillo estuvo certero en los ataques finales y un mal saque del Arenal Emeve colocaba la igualdad en el marcador (25-21).
El SPiSP, por delante
En la tercera manga, que apuntaba a ser decisiva, ambos equipos se sometieron a un constante intercambio de golpes en el que apenas había rentas peligrosas en el marcador. Un toma y daca constante que llevo el set a la agonía.
Fue en esa recta final en la que los rojillos volvieron a exhibir su mejoría. Un bloqueo de Julián García Torres les colocaba muy cerca del 2-1 (19-16). Tuvieron que sufrir porque en la agonía todo se apretó, pero un tremendo bloqueo de Moises Vázquez les dio el punto, set y les colocó a una sola manga de la primera victoria.
Carrodeguas y Osorio comenzaron el cuarto parcial con la intención de cerrar el partido. Ambos lideraron una tromba inicial que les permitió a los rojillos obtener una buena renta prematura (6-3). Sin embargo, todo cambió de manera inesperada.
Con el 11-9 nadie esperaba que el Emeve reaccionará de tal manera y endosó un parcial de 0-4 demoledor (11-13). El rumbo del partido viró y más lo hizo cuando los visitantes aprovecharon el bajón rojillo para abrir una brecha (14-18) que sería decisiva para llevar el partido al quinto y último set (21-25).
Final de infarto
En la quinta manga todo parecía navegar en la igualdad y tenía preparado un final de infarto en el que ambos equipos dispusieron de bola de partido. Osorio sacó todo su arsenal y con un saque demoledor rozó la victoria, pero la milagrosa recepción del Emeve lo evitó.
Con el 15-16 fue el turno para los visitantes de gozar del punto de partido. No fallaron porque Nahuel Ossola, exrojillo, clavó el punto definitivo (15-17).