Rachid Barber es la peluquería que cuando la nombras traslada a evasión y confianza en el vestuario del Nàstic. Son muchos los jugadores que han desfilado por esa peluquería a lo largo de los últimos años. La veda se abrió en 2017 cuando el barbero decidió abrir su propio negocio en Campclar y Tejera no dudó en darle su confianza fruto del destino: «Primero vino Sergio Tejera con su primo. Pasaron por aquí de casualidad, ya que decían que los peluqueros marroquís sabían hacer bien el degradado, y desde entonces ya tengo muchos clientes que juegan o han jugado en el Nàstic».
Tras el mediocentro catalán son muchos los jugadores del Nàstic que han pasado por las tijeras de Rachid. Albarrán, Simón, Valentín, Suárez, Manu García, Bonilla, Lupu, Maikel Mesa, Tete Morente... la lista es muy extensa porque el barbero se ha ganado que la voz corra y que cuando un recién llegado pregunta dónde cortarse el pelo, su nombre siempre aparezca a las primeras de cambio.
Rachid se ha convertido en un lugar de culto para los jugadores granas. Ahora, además, tiene compañero. Ya no está solo porque a su lado tiene a Luis, un peluquero hondureño que llegó hace dos años a la peluquería y que ha encontrado en ese escenario un lugar para el progreso y también para hacer amigos.
Porque sí, para ellos, no son futbolistas del Nàstic son clientes normales que acuden allí como cualquier otro.
Por ello los dos han estrechado lazos con varios jugadores de la plantilla actual y vislumbran el partido de este sábado con mucho nerviosismo. «Son personas humildes que vienen aquí y pasan un buen rato y se cortan el pelo.
Algunos incluso comen aquí con nosotros. Nos haría mucha ilusión que pudiesen subir a Segunda División», comentan.
Del actual plantel del Nàstic son varios los futbolistas que acuden cada semana a cortarse el pelo. Marc Fernández, Andy Escudero y Pablo Fernández son los veteranos porque ya iban la temporada pasada y gracias a su recomendación se han convertido en clientes otros jugadores que llegaron este pasado verano y que ya sueñan con ser héroes del ascenso. Son Nacho González, Pablo Trigueros y Borja Martínez.
Rachid contesta con sinceridad sobre cómo va a vivir el partido: «Yo soy del Nàstic, lo quiero mucho por sus jugadores y me pongo demasiado nervioso. Los últimos partidos no los he visto ni por la tele porque sufro demasiado. Pero esta vez no puedo fallar. Voy a ir y el Nàstic va a hacer el partido de su vida. Vamos a ganar y no vamos ni a necesitar la prórroga».
Luis también acudirá al Nou Estadi porque en apenas dos años ya siente ese sentimiento de pertenencia que le ha dibujado el Nàstic en su alma: «Ya estuve ante el Ceuta en la semifinal y por supuesto que estaré en el Nou Estadi».
Es más, el peluquero hondureño revela que uno de los jugadores a los que le corta el pelo, prefiere no nombrarlo para no gafarlo, le ha dicho un secreto de la final: «Me ha dicho que cuando llegó mucha gente dudaba de su fichaje, pero que ahora se ha ganado el cariño de todos y que lo mejor está por venir porque va a marcar el gol del ascenso». Ojalá sea así. Por la fe de las tijeras granas no será.
