Entramos en el último mes de la temporada 2020/21. 30 días para finiquitar formalmente un curso agridulce en Can Nàstic. La alegría de clasificarse para la Primera RFEF (Segunda B Pro) de manera solvente (líder del grupo con mejor balance de goles a favor y en contra) quedó deslucida por una mala segunda fase que dejó al equipo sin opciones de disputar los play-off de ascenso a Segunda División.
La decepción tardó en digerirse. Lo que costó en decidirse por Raül Agné para entregarle las riendas del equipo en la temporada 2021/22. Era el disparo de salida para empezar a abrir y cerrar carpetas pendientes. La más inmediata será la de las renovaciones. O más bien dicho, decidir a qué jugadores de los que finalizan contrato se les ofrece la continuidad. Unos, como Albarrán, la tienen cerrada y otros como Suárez tienen la propuesta y la entidad está a la espera de una respuesta. El cancerbero maneja otras ofertas y quiere esperar para tomar una decisión definitiva.
Tienza está camino de Santander y Brugui de Levante. También Ribelles parece que dejará Tarragona para proseguir su carrera en un equipo de la Comunidad de Madrid. Sanse y Rayo Majadahonda, dos equipos que estarán en la Primera RFEF podrían estar detrás del centrocampista valenciano. Si finalmente se marcha Ribelles cerrará su etapa en Tarragona con 14 partidos disputados (696 minutos) y un gol, el que anotó ante el Olot en el triunfo grana en tierras volcánicas.
El capitán Rueda ya sabe que no habrá propuesta. Otros pueden advertirlo. Como Lucas Prudhomme, el futbolista luxemburgués que formó parte de la plantilla grana hasta el mercado de invierno, cuando fue cedido al FC Differdange 03 de la competición doméstica de su país. En situación similar figura Feras, el jugador saudía que después de casi un año entrenando con el primer equipo tuvo la oportunidad de formar parte de la primera plantilla del Nàstic. Aunque fue convocado para algún partido, el centrocampista formado en la academia saudí Future Falcons no llegó a debutar.
No tan claro, pero bastante seguro es la no continuidad de Thomas Amang. Un delantero que su peculiar personalidad le ha impedido gozar de más minutos con la camiseta del Nàstic. Incluso de ser importante. Ofrecía cualidades (protección del balón, físico y potencia) que venían bien al grupo, pero entre molestias, lesiones y otras inquietudes apenas ha participado en diez encuentros -únicamente dos como titular- con un total de 222 minutos. Mucho deben cambiar las cosas para que el club grana piense en seguir confianza en el futbolista camerunés. El hecho de que no ocupe ya plaza de sub23 hace aún menos improbable que pueda seguir en el Nou Estadi.
Otro con un pie y media fuera del club es Joel Lasso. El delantero no ha acabado de aprovechar los buenos minutos que le dio Toni Seligrat. Ha sido muy irregular. Partidos en los que destacaba positivamente y otros en los que su aportación pasaba desapercibida. El hecho de que tampoco pueda utilizar una ficha Sub23 hace aún más complicada su continuidad en la entidad grana.
Más dudas hay entorno a Gerard Oliva. El delantero de Riudecanyes querría seguir en Tarragona. Es su deseo. Tratar de ofrecer un curso para redimirse del escaso bagaje goleador de este año. Cuatro goles en 26 encuentros no son números del ‘9’ del Nàstic. Pese a ello, el atacante de 31 años podría encajar en un rol más secundario. Como opción para encuentros en circunstancias determinadas. Una decisión que deberá tomar la dirección deportiva en los próximos días. El delantero maneja otras opciones de Primera RFEF pero su prioridad es continuar cerca de casa, en el Nou Estadi.