El Nàstic de Tarragona visita este sábado a partir de las 15.30 horas el Stadium Gal que arropa al Real Irún de Unión. Ese equipo que en su día conquisto cuatro Copas del Rey (1918, 1924, 1927) y que anteriormente había conquistado otro título copero cuando todavía llevaba el nombre de Racing Club de Irún y antes de que se fusionase en el 1915 con el Unión Club.
En los dos últimos trofeos coperos conquistados por el Real Irún fue protagonista un jugador con un ilustre apellido en los tiempos actuales del fútbol europeo. Antonio ‘Pajarito’ Emery era el portero de aquel equipo. No solo destacó por ello, su figura también es histórica para el fútbol español, ya que con la creación de la liga en 1928-29, el Real Unión se convirtió en uno de los clubes fundadores, y en la primera jornada, Emery, pasó a la historia de la competición después de ser el primer portero en recibir un gol en la liga española.
Legado familiar
Más allá de ser un portero mítico para el conjunto irundarra, Emery fue padre de dos hijos futbolistas y en consecuencia abuelo de uno de los mejores entrenadores de la élite actual. Se trata de Unai Emery, técnico del Aston Villa, y dueño del Real Unión de Irún junto a sus otros tres hermanos desde el año 2021. Unai junto a Igor, Andoni y Koldo se hicieron con el legado de un club al que llevan en su corazón desde que nacieron. El apellido Emery no se entiende sin el nombre del Real Unión por delante porque en ese club jugó el abuelo de la familia y también dos de sus hijos, Juan y Román.
Desde el 2021 en el que los Emery aterrizaron en el Stadium Gal, el Real Unión es un equipo que se ha instalado con solvencia en la Primera RFEF, una categoría ascendente en lo deportivo, pero a la que todavía le falta un mayor rédito económico para ser considerada totalmente profesional.
En busca de un mayor potencial económico y deportivo, el conjunto irundarra firmó el año pasado un acuerdo en el que la figura de Unai Emery fue clave. El Real Unión se ha unido al Aston Villa de la Premier League en una colaboración que le ha dado un salto más. El rival del Nàstic forma una red de clubes colaboradores junto al Vissel Kobe (Japón), el ZED FC (Egipto) y el Vitória Sport Clube (Portugal).
De hecho, hay tres jugadores de la actual plantilla del Real Unión que están cedidos por el Aston Villa en un claro reflejo de la sintonía absoluta que reina entre ambos clubes con Unai Emery como nexo total. Los ingleses, Writgh y Munroe, y el colombiano, Mosquera, forman parte del equipo que dirige Mikel Llorente.
Un Nàstic con la moral alta
El Nàstic acude al Stadium Gal con la moral alta tras conseguir ganar y convencer a Osasuna Promesas. Los de Dani Vidal cuentan con dos bajas para este partido. Gorka Pérez, que sigue lesionado, y David Concha, en la recta final de la sanción de 12 partidos que arrastra de la pasada temporada.
Dudas en el once grana
Con estas ausencias fijas, el Nàstic maneja varias incertidumbres en su once inicial. En la defensa existe la duda de si jugará Óscar Sanz o Antonio Leal junto a Unai Dufur. Todo apunta a que será el primero para que en la sala de máquinas sigan estando presentes tanto Marc Montalvo como Ander Gorostidi.
Las otras dos grandes dudas en el once inicial grana están en el frente ofensivo. En la banda derecha pelean por el puesto dos jugadores de la confianza de Dani Vidal como son Marc Fernández y Jaume Jardí. Arriba hay dos sitios libres para tres firmes postulantes. Pablo Fernández, Antoñín Cortés y Álex Jiménez están en un gran estado de forma y uno de ellos tendrá que esperar su turno desde el banquillo.