Cuando el Nàstic de Tarragona comenzó la temporada cosechando dos empates de manera consecutiva ante Ourense y Sestao en el Nou Estadi Costa Daurada se llegó a pensar que quizás el fortín grana ya no lo sería tanto este curso. Ese estadio en el que los tarraconenses lograron la pasada temporada un total de 41 puntos como locales en la liga regular a lo mejor ya no iba a ser un lugar para la excelencia.
Por fortuna, los temores no se cumplieron porque el equipo de Dani Vidal solo necesitó una jornada más para alejar los fantasmas. El Nàstic seguía siendo un equipo temible a nivel local y con cinco jornadas ya disputadas en casa, el tiempo lo ha demostrado. Los granas siguen invictos tras cinco partidos. Tras los dos empates iniciales, la hoja de ruta del equipo grana ha sido perfecta. Tres victorias en los últimos tres partidos en casa ante Tarazona, Real Sociedad B y Osasuna Promesas y unas sensaciones excelentes más allá del resultado.
Por eso, para el Nàstic volver a jugar en es una bendición. Lejos de Tarragona, los granas han visto como todo se complica. En Irún, los de Dani Vidal querían sumar su segunda victoria liguera en la pasada jornada, pero se encontraron unas condiciones climáticas adversas y marcadas por la lluvia a las que tuvieron que añadir un césped inundado que hizo del partido una pesadilla constante que terminó en derrota.
Entre semana, el Nàstic volvió a jugar lejos de casa. Lo hizo en Ibiza en el duelo correspondiente a la primera ronda de la Copa del Rey. Allí ganó moral porque venció, convenció y accedió a la siguiente ronda del torneo copero.
Con esas buenas sensaciones juega el Nàstic esta tarde frente al Celta Fortuna. Un partido en el que quiere sumar su cuarta victoria en casa, recuperar su sitio en los puestos de play-off y darle continuidad al buen juego ofrecido el pasado miércoles. Dani Vidal acude a la cita con solo dos bajas en su ramillete. Concha cumplirá su último partido de sanción y Gorka Pérez seguirá sin estar disponible.
Cada vez cuesta más predecir un once del Nàstic porque la plantilla está sumando adeptos y cada vez hay más recursos de los que tirar. Las grandes dudas se concentran en la medular y en el ataque con muchas piezas listas para ser de inicio, pero con un espacio limitado de elección. En la sala de máquinas, Sanz, Álex López, Gorostidi y Montalvo pugnan por dos puestos, mientras que en el ataque hay dudas en el costado izquierdo, en el que Marc Fernández y Jardí reclaman su sitio, y en el frente de ataque, donde Álex Jiménez, Antoñín Cortés y Pablo Fernández buscan ocupar dos de las tres plazas de la doble lanza grana.