Pablo Fernández se ha ganado con todo el derecho del mundo ser considerado uno de los mejores delanteros de la categoría. La etiqueta quizás se le quedaba algo grande temporadas atrás, pero ahora ya no hay dudas. El delantero asturiano es un jugador que hace mejores a sus compañeros y del que el Nàstic goza en cada partido porque es consciente de que cuenta con un arma ofensiva de la que casi nadie en el bronce puede presumir.
El asturiano es un ariete de esos que hacen la vida imposible a los rivales. Con balón es un imán al que le da igual jugar solo o acompañado en el frente ofensivo porque siempre genera. No hay otro como él ganando balones del cielo y resulta un desahogo constante para su equipo. Sin balón es una alma encendida que lo corre todo y no se deja ni un esfuerzo en el bolsillo. Acude a cada presión como si fuera la última y eso le hace vivir en un constante minuto 1 a lo largo de los partidos.
Sobre Pablo siempre ha existido el debate en Tarragona sobre si es un delantero goleador. Con el paso de los años la respuesta se ha ido reafirmando: no lo es, pero sus otras virtudes compensan tanto que no necesita tanto perforar porterías como otros para destacar. Pese a ello, Pablo vive esta temporada su mejor momento como goleador del Nàstic. Suma nada más y nada menos que cinco goles con todavía 16 jornadas por delante. Ya ha igualado su mejor registro que fue en el curso 2021/2022 y con casi total seguridad lo mejorará porque lo juega todo y 16 partidos para un delantero que en cada encuentro tiene ocasiones resulta un caramelo irrechazable.
Cuatro goles al primer toque
Curiosamente hay un dato que pone de manifiesto que Pablo Fernández es uno de esos jugadores que crece cuando el infierno quema. El delantero asturiano lleva cinco goles esta temporada y cuatro de ellos han llegado lejos de Tarragona. Rayo Majadahonda, Real Unión, Celta Fortuna y Real Sociedad ‘B’ han sido sus cuatro víctimas foráneas. A las cuatro las ha machado de la misma manera, con goles al primer toque en las que se ha mostrado infalible en la definición. Cuatro dianas de puro delantero centro que ayudan a recordar que aunque no sea un delantero de altísimas cifras goleadores también colabora de manera vital en este apartado. Su único gol en el Nou Estadi fue en la goleada frente a la Cultural Leonesa allá por noviembre.
Que el Deportivo viniera por él en este pasado mercado de invierno no es casualidad. Los tiburones de la categoría le desean, pero el Nàstic tiene claro que es uno de sus actores intocables. En esta pasada ventana invernal rechazó una primera oferta de 150.000 euros del Deportivo que llegó a subir con una segunda propuesta que añadía una cláusula de otros 150.000 euros en caso de ascenso del equipo gallego. Cifras insuficientes que nunca hicieron titubear a un Nàstic que siempre tuvo claro que con ese dinero no se podía comprar a otro delantero en la categoría con las prestaciones del asturiano. El tiempo le ha dado la razón a los granas y eso que solo ha pasado una semana del cierre del mercado.