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No hay por dónde cogerlo (Numancia 3-1 Nàstic)

Nueva decepción de un Nàstic que se puso por delante, pero que se dejó remontar sin una dura oposición ante un Numancia que venció por ganas

19 febrero 2023 13:58 | Actualizado a 19 febrero 2023 14:01
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Esto no funciona. Y el problema es que pasan las semanas y la cosa no mejora, sino que va de mal en peor. A este Nàstic no hay por dónde cogerlo. Una primera parte decente que sirvió para adelantar a los grana en el marcador se convirtió en un auténtico calvario. El Numancia, únicamente con ganas, se comió a los grana en una segunda mitad en la cual la defensa se vio superada en todo momento, el centro del campo no existió y los puntas no recibieron un balón en condiciones. Suerte que Parra paró un penalti.

Nadie podrá decir que Iñaki Alonso no modifica al equipo tras un resultado negativo. En Los Pajaritos, cambió al 4-4-2, aquel que tanto caracterizaba a su antecesor, Raül Agné. Por si la modificación en el dibujo no fuese suficiente, el técnico vasco también realizó cambios significativos en el once. Dos, forzados y cuatro más por decisión técnica. Parra entró por el lesionado Manu García y también se quedó fuera Del Campo, sancionado. Tirlea dejó en el banco a Pol Domingo y ocupó el lateral derecho, Andy y Aarón Rey entraron las bandas, Gorostidi regresó a la medular y Guillermo recuperó la titularidad para actuar junto a Pablo.

El Nàstic empezó a gusto. Parecía que los jugadores recordaron buenos momentos anteriores con este sistema y se entendieron mejor que en las últimas semanas. La presión de los dos puntas vino muchas veces acompañada de un gran sentido táctico en el centro del campo, lo que ayudó a que el equipo creciese con el paso de los minutos. Todo ello, unido al tempranero gol de Quintanilla ayudaron a afrontar las cosas de la mejor de las maneras. Un córner que botó Andy cayó a pies de Quintanilla tras un rechace. El central, en el segundo palo, fusiló a Gaizka Ayesa y dio aire a los suyos.

Aarón Rey tuvo el segundo, pero tomó la peor de las decisiones cuando, en el 23’, condujo una contra que le dejó solo ante el meta. Quiso picarla por encima, pero el hecho de tener un defensor pisándole los talones le impidió darle con la fuerza necesaria, y el esférico acabó en las manos del meta local.

No se movió más el marcador en los primeros 45 minutos, cuando el Nàstic también tuvo a favor el nerviosismo de la afición local. Pelota que tiraban atrás los sorianos, silbada que se llevaban los jugadores. El Nàstic aprovechó este hecho para marcar los tiempos y hacer daño entre líneas.

Penalti y gol

La segunda mitad comenzó con más ímpetu local y acabó siendo una pesadilla absoluta para los tarraconenses. Este hecho, unido al penalti que le señalaron a Gorostidi a los 8 minutos de la reanudación, puso al Nàstic en una situación complicada. Parra adivinó las intenciones de Mesa y le paró el penalti, aunque Mancebo no falló en el rebote y puso las tablas nuevamente en el electrónico. Tampoco hubiese pasado nada si el colegiado, en la acción posterior, hubiese pitado una nueva pena máxima, en este caso a favor del Nàstic y por un empujón a Pablo Fernández. Decidió que no fue suficiente y dejó que siguiera el juego.

El tanto alentó a los locales, que se crecieron y creyeron en la posibilidad de culminar la remontada. El Nàstic basaba su ataque en combinaciones entre los dos puntas y un Marc Fernández que entró para sentar a Aarón Rey a la hora de juego. Faltaba mucho, pero los tarraconenses necesitaban dar un pasito más si querían regresar a casa con el botín de los tres puntos.

No estaba bien el Nàstic y lo aprovechó el Numancia para fulminar a los grana. De hecho, fue suficiente con Rubén Mesa para dejar fuera de combate a un equipo que fue perdiendo el alma con el paso de los minutos. El nueve de los locales aprovechó dos buenos servicios desde la banda izquierda para, en tres minutos, dar la vuelta completamente al marcador. Los tarraconenses no se lo podían creer, pero así fue.

Rápidamente, Iñaki Alonso dio entrada a Eric Montes y a Marc Álvarez, sentando a Pablo y a Gorostidi. Ni con esas. Y, para echar más leña al fuego, nuevo penalti a favor de los locales. Demasiado inocente estuvo Montalvo derribando a un rival en el área. Parra, que seguramente hubiese cambiado su acierto en las penas máximas por un mejor resultado del equipo, paró la pena máxima a Carrillo, pero el Nàstic estaba dos goles por debajo en el marcador. Demasiado peso. Probó Alonso, al final, con Bonilla y Lupu, como últimos revulsivos. Pero ni con esas. Nueva derrota grana fuera de casa y las cosas se le complican al club tarraconense.

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