«Necesitaba sentirme bien y jugar y ganar. Me viene bien para venirme un poco arriba». Eran las palabras de Unai Dufur nada más terminar el partido frente al Amorebieta. El Nàstic había sumado la primera victoria de la temporada de manera agónica y pese a que los focos apuntaban a Joan Oriol, el capitán que provocó y marcó el penalti, el defensa navarro también había tenido mucha influencia en ella. Había completado un partidazo en el centro de la zaga, imponiéndose en los duelos y ayudando a Alberto Varo a coleccionar la primera imbatibilidad de la temporada.
Unai Dufur está saboreando esta temporada la otra cara de la moneda. Así es el fútbol, capaz de cambiarte tu sitio en apenas unos meses. El central navarro fue el primer fichaje hace dos mercados de verano procedente del Osasuna Promesas. Un fichaje de presente y futuro avalado por la dirección deportiva y Dani Vidal.
Sin embargo, Dufur tuvo que convivir con la frustración de tener que pelear por un puesto con dos de los mejores centrales de la categoría de la pasada temporada. Pablo Trigueros y Nacho González formaron un tándem casi perfecto que nunca bajó el nivel y que siempre le cerró las puertas de la continuidad al navarro. Dufur apenas pudo disfrutar de siete titularidades con el Nàstic. En todos aquellos partidos lo jugó todo y en tres de ellos ayudó al Nàstic a conseguir la victoria. El resto fueron tres empates y una sola derrota con él de inicio, por lo que estaba claro que los números avalaban que cuando Dufur era titular, el conjunto grana no perdía potencial.
Este pasado mercado de verano, Dufur nunca fue una opción de salida. Dani Vidal tenía claro que el nuevo líder de la zaga estaba en casa. Pablo Trigueros y Nacho González no aceptaron las ofertas de renovación y se marcharon al Andorra y al Intercity, dejando solo al defensa navarro en la retaguardia.
El Nàstic rápidamente se puso a trabajar en buscarle acompañantes y encontró a Antonio Leal (Ponferradina) y Gorka Pérez (Lugo) para completar el centro de la defensa junto al propio dufur.
De repente, el panorama para Dufur había cambiado. Él era el central veterano, al que Dani Vidal más conocía y tenía la oportunidad perfecta para tener regularidad y minutos desde el primer minuto de la temporada.
Por eso, Dufur se tomó la pretemporada como un escenario predilecto para dar el golpe desde el comienzo. Debía pelear por un puesto en la zaga junto a Leal y Pérez. Unas molestias físicas del segundo le permitieron asegurarse un sitio en el once inicial en el debut frente al Ourense.
En las dos primeras jornadas, el Nàstic no consiguió mantener la portería a cero. Dos partidos diferentes, pero en los que esa seguridad defensiva de la que se había hecho gala el año pasado no había terminado de parecer. Dufur, sin embargo, estaba siendo más firme y fiable que su compañero de retaguardia, Antonio Leal.
Dos compañeros en Urritxe
Los dos formaron de nuevo frente al Amorebieta en Urritxe. Allí Dufur volvió a ser titular y volvió a ganar de grana. No fue un partido más para él. Puede suponer un punto de inflexión porque su actuación fue todo lo que se espera del central navarro. Sobrio al corte, contundente en los duelos, con capacidad para corergir gracias a su buen timing y su velocidad y con balón no erró ningún pase comprometido. Jugó bien al lado de Leal en la primera mitad y mantuvo el nivel junto a Óscar Sanz en la segunda. El Nàstic mantuvo la portería a cero y Dufur celebró con rabia y liberación el tanto de Joan Oriol en la agonía. Su imagen hundido en el Nou Estadi tras la final ante el Málaga es historia grana y solo unos meses después ya está en pie buscando volver a soñar con el ascenso.
Dufur es un ejemplo de resiliencia. El año pasado aceptó y peleó su rol de tercer central y este año está aprovechando la oportunidad que le ha dado el fútbol de sentirse y ser importante en el Nàstic. De momento su progreso es constante y la actuación frente al Amorebieta le consagra como el central titular. Ahora hay que preguntarse quién será su compañero de zaga. Lo que está claro es que Dufur es inamovible.
Joan Oriol, candidato al MVP
El partidazo culminado con el gol heroico en Urritxe por parte de Joan Oriol no ha pasado desapercibido para una Primera RFEF que le ha incluido entre los cuatro candidatos al MVP de la tercera jornada. El lateral cambrilense pugna por ser el MVP de la fecha junto a Álvaro García, Busi y Asier Benito.