Josep Maria Andreu deja de ser presidente del Nàstic. El empresario tarraconense ha anunciado este martes que no seguirá al frente de la entidad. La derrota del pasado sábado frente al Málaga en la final del play-off de ascenso a Segunda División ha sido la gota que ha colmado el vaso.
El cansancio de mantener el club a flote económicamente en Primera RFEF y de los intentos fallidos de devolverlo al fútbol profesional ha empujado Andreu a tomar la decisión más dramática posible. Marcharse.
El cansancio de mantener el club a flote económicamente en Primera RFEF y de los intentos fallidos de devolverlo al fútbol profesional, dos de los factores claves de esta decisión
El dirigente cierra de esta manera su segunda etapa al frente del Nàstic. Un periodo que comenzó en junio de 2012, con la entidad tarraconense al borde de la quiebra, con una deuda acumulada de 7,5 millones de euros, y el equipo en Segunda B.
Tras doce años, deja un club más estable económicamente con las ampliaciones de capital y la entrada de socios inversores (primero Promoesport y ahora Fredrik Wester).
Tras doce años, deja un club más estable económicamente con las ampliaciones de capital y la entrada de socios inversores (primero Promoesport y ahora Fredrik Wester).
A nivel deportivo, Andreu ha recibido pocas alegrías para tantos esfuerzos. Celebró el ascenso en 2015 y estuvo a punto de saborear el regreso a Primera División en 2016, pero un penalti, el de Emaná ante el Leganés, impidió a los granas regresar a la máxima categoría estatal. Hubiera sido el colofón a un renacimiento desde las cenizas hasta el Olimpo.
La frustración de quedarse a las puertas de reeditar el camino de gloria de su primera etapa, cuando logró llevar al equipo a Primera División (2006). Allí lo dejó para recogerlo en la más absoluta miseria seis años después.
Decepciones ha tenido unas cuantas. El descenso a Segunda B de la 2018/19 y las derrotas crueles en Llagostera (2014), Vigo (2022) y la última y definitiva frente al Málaga en el Nou Estadi hace unos días, son las más destacadas.
Son tres instantes que han desgastado al ya expresidente de la SAD.
Uno de sus grandes legados en esta segunda etapa al frente de la entidad es el Nàstic Genuine, el ‘Mejor equipo del Nàstic’, como siempre lo ha definido. Un equipo de fútbol formado por futbolistas con discapacidad intelectual que inspiró a LaLiga a organizar la primera competición integradora y de responsabilidad social.
