La temporada de los Barcelona Dragons llegó a su fin en Viena. En su peor partido de la temporada, la franquicia reusense perdió en semifinales de la Liga Europea de fútbol americano (ELF) frente a los Vikings en un duelo que los austríacos controlaron de principio a fin. Los hombres de Andrew Weidinger no tuvieron opción. Fueron apabullados. Solo la defensa aguantó el tipo. Al menos hasta el tercer periodo, cuando también ellos claudicaron. El esfuerzo que supuso llevar el peso del partido y acumular tantos minutos sobre el emparrillado pasó factura física. El marcador fue doloroso para un equipo que se había mostrado tan poderoso en la temporada.
En todo el partido se pueden contar con una mano las veces que los Barcelona Dragons consiguieron hilvanar dos jugadas consecutivas de ganancia de yardas. La defensa austríaca lograba llegar muy rápido a Edwards y cazarle (sack). El quarterback de los reusenses no tuvo el día. Le costó encontrar a su socio favorito Kyle Sweet. El receptor californiano, el mejor de la liga, tuvo durante todo el encuentro doble cobertura. Cuando Edwards buscaba una segunda lectura de la jugada ya se encontraba rodeado de rivales. Era frustrante para los Dragons ver cómo uno de los mejores equipos en pases de la competición no conseguía superar el centenar de yardas. También el juego de carrera estuvo bien tapado. Toni Montón solo pudo aparecer en el segundo cuarto para lograr una buena ganancia de yardas que resultó insuficiente para anotar.
Eso obligaba a que la defensa tuviera que aguantar con el peso del partido y los minutos. Sobre los hombres de los pupilos del entrenador defensivo, Gabriel Sánchez, recaían las posibilidades de realizar grandes jugadas que impulsaran al ataque. Una intercepción de Moll ofreció esa posibilidad de crecer moralmente, pero la defensa local corrió rápidamente para ahogar la alegría catalana.
La primera anotación llegó en el primer periodo. De carrera. El juego terrestre era una de las grandes virtudes de los Vikings y la aprovecharon. El menor de los hermanos Vegan, Florian, conseguía firmar tanto el primer touchdown como el segundo, mediado el segundo periodo (13-0). Un parcial que pudo acabar peor, de no ser por una interceptación de Niko Lester que impidió a los vieneses ampliar el marcador antes del descanso.
El paso por vestuario no mejoró el rendimiento de los Dragons. El tercer periodo comenzó con un retorno largo que dejó el primer ataque de los vikingos casi en el medio del campo. Una carrera larguísima de Edwards que amplió el marcador hasta los 19-0. Los vieneses siguieron sumando puntos en este periodo, con un touchdown y dos field goal (0-32).
Con el partido sentenciado, el último cuarto sirvió para que apareciesen jugadores secundarios. Los vieneses sentaron a Jackson Erdman, su quarterback titular, y otros jugadores importantes. Los reusenses también jugaron con hombres menos protagonistas como Sergio Barbero, Roque Alarcón y Elías Rodríguez. Los dos últimos, receptor y corredor, lograron maquillar el marcador con dos touchdowns para un final que acabó 12-39.