LaLiga se agarra con fuerza al golpe de efecto que supone la llegada a coste cero de Kylian Mbappé al Real Madrid para revitalizar un campeonato que perdió grandeza desde que se marcharon Messi y Cristiano Ronaldo, y que ha ido cediendo terreno respecto a la Premier, desde hace un lustro el mejor campeonato del mundo.
El debe de la competición está en la obligatoriedad de reinventarse cada temporada estival debido a la crisis económica que atraviesa -invierte cinco veces menos que el torneo inglés en cuanto a fichajes se refiere-; hacer frente a los ataques racistas, con el brasileño Vinicius en el punto de mira; o arreglar la controversia hacia las decisiones arbitrales de los últimos tiempos, mención especial a un VAR que llegó para mejorar el fútbol y que aún está por ver.
La reputación por los casos Rubiales y Negreira es otro cantar en un certamen que contará con 19 de los 26 campeones de la Eurocopa con España, tras la llegada de Dani Olmo a un Barcelona que ha ido saliendo poco a poco del pozo financiero con las famosas palancas económicas, pero que todavía no puede acudir al mercado con garantías.
Son muchos los futbolistas que llegan a los clubes nacionales conscientes de que en la máxima categoría británica ganarían más dinero. Y ese, sin duda, continúa siendo uno de los grandes activos de España: su competitividad.
Eso sí, al Madrid de Ancelotti se le exigirá ganar todo con una mezcla de calidad, físico y experiencia con tipos como Bellingham, Valverde o los citados Vinicius y Mbappé al frente. Y más, después de un último curso de ensueño en el que la decimoquinta Copa de Europa reposa en las vitrinas de un Santiago Bernabéu que vio a los blancos ganar la Supercopa de España y alzar su trigesimosexta Liga. Por otro lado, el club azulgrana no tiene manera de contrarrestar el golpe mediático del fichaje del crack de Bondy, aunque se aferra con orgullo a la evolución de sus canteranos. Sobre todo, un Fermín sobresaliente en los Juegos y Lamine Yamal, que deslumbró en la Eurocopa junto a Nico Williams, extremo del Athletic, que dejó hace días al Barça con el semblante torcido.
Talento joven y Europa
Si la competición española pretende recuperar el esplendor de antaño deberá estar bien atenta a la explosión definitiva de los talentos que vienen llamando fuerte a la puerta del éxito como Aimar Oroz, Álex Baena, Gavi, Pablo Torre, Cubarsí, Moleiro, García de Haro, Akhomach, Pablo Barrios o Abel Ruiz. Este último, ariete procedente del Sporting de Braga y recién fichado por el histórico Girona que concluyó el curso pasado en un sorprendente tercer puesto. El conjunto de Míchel fue el mejor tras los dos transatlánticos, y el invitado sorpresa aspira a repetir milagro con ese juego atractivo que se tradujo en un excelente resultado. El cuadro catalán fue superior a un Atlético de Madrid que, tras llevar a cabo la mayor inversión de fichajes de su historia, con casi 200 millones, tendrá en Alexander Sorloth y Julián Alvarez a su nuevos ‘killers’.
En el Metropolitano han dado salida a ocho jugadores y liberado algunos de los salarios más elevados de la plantilla, como los de Saúl Ñíguez o Morata. El mercado rojiblanco ha estado marcado, además de por la llegada de sus nuevos delanteros, por el fichaje de Le Normand, que reforzará la defensa de Simeone. Una prioridad tras un año en el que el equipo salió goleado en más encuentros de los previstos y en el que Oblak obtuvo su peor registro: 68 goles en 54 partidos.
Las posibilidades de luchar por la cuarta plaza de Champions se abre cada temporada y los aspirantes en este próximo curso son el Athletic, actual campeón de la Copa del Rey; la Real Sociedad, que continúa realizando grandes campañas con la cantera de Zubieta como fuente de inspiración; el Betis, equipo que lleva un crecimiento deportivo exponencial desde la llegada del consagrado Pellegrini; y el Villarreal, que sigue al alza. Todos ellos proyectos consolidados e instalados en las competiciones europeas de los últimos años y con la firme convicción de dar un paso más.
El joven Valencia del Pipo Baraja, con un puñado de veinteañeros; Osasuna, tras bajarse del inesperado tren por el Viejo Continente el curso anterior y después de realizar una temporada irregular con el adiós de Arrasate; y el Getafe, bien trabajado por José Bordalás, aspiran a no pasar grandes apuros, y, por qué no, luchar por esa séptima plaza que puede llevar a la Conference League. Mallorca, Rayo,
Las Palmas y Alavés intentarán aumentar un año más su travesía por la Primera División, mientras que Celta y Sevilla tendrán que mejorar sus prestaciones para no verse con los apuros del curso anterior. A la élite regresan Valladolid y Espanyol, dos buenos ejemplos del ‘efecto ascensor’ en LaLiga EA Sports, junto al Leganés, tercer equipo en salir de LaLiga Hypermotion, bautizada en redes sociales como ‘Hipertensión’ por su enorme emoción de principio a fin. La nueva rivalidad del gol Los equipos tienen como fecha límite el 30 de agosto para reforzar los puestos que vean convenientes para luchar por sus objetivos marcados. Para ello se necesita una buena defensa y, sobre todo, gol.
El duelo por el Pichichi
El duelo por el Pichichi volverá a ser apasionante y tan competido como el del Zamora, trofeo que no podrá reeditar Unai Simón ya que se perderá casi la mitad de la temporada tras operarse de una muñeca. Mientras tanto, en el lado de los artilleros Artem Dovbyk ya no estará en el punto de mira tras recalar en la Roma. El ucraniano tiene el honor de ser el último máximo goleador del campeonato con 24 tantos.
En todas las quinielas aparecen Sorloth y los azulgranas Lewandowski -indiscutible hasta que su rendimiento demuestre lo contrario- y Lamine Yamal, así como los madridistas Vinicius y, por supuesto, Mbappé, que vivirá con el joven blaugrana una nueva competencia por el gol en la Liga española.
