La venta del CF Reus ha recorrido medio mundo. Incluso ha llegado al Palacio Real de Marruecos. En la figura de Josep Gené, socio de la consultoría de gestión del talento Sports&Smiles y agente de futbolistas, se encuentra el hilo conductor de esta historia. Probablemente la osadía de mayor magnitud por parte de este apasionado del fútbol formativo y admirador de la estructura del deportiva del club rojinegro, tiene que ver con su visita a Marruecos. Data de finales de noviembre, casi con el Reus agonizando.
Gracias a un buen amigo y otro contacto, un periodista prestigioso del país, logró acceder al Palacio Real. Necesitó pasar hasta cuatro controles de duración eterna antes de llegar al secretario del rey, Mohamed VI. Le suplicó a éste que necesitaba una respuesta urgente porque «el Reus se estaba muriendo». El objetivo era le mediación de la Casa Real en la búsqueda de nueva inversión para el Reus.
15 días después, cuando aterrizó de nuevo en Catalunya, la embajada de Marruecos en Madrid le contestó pidiéndole más documentación sobre la venta, con la intención de hallar alguna respuesta a esa demanda. Llegó a surgir interés por el proyecto, aunque la urgencia del caso evitó que esa operación resultara viable.
Gené ha recorrido medio mundo hasta abrir la puerta de USA al club rojinegroLa relación de Josep Gené con el Reus se inició en agosto, cuando se entrevistó con uno de los coordinadores del fútbol base rojinegro, Marc Carrasco, y quedó enamorado de toda la parcela deportiva del club. Del talento deportivo y del capital humano que habita en el Reus. «Sólo hay una razón que explique el por qué el club sigue vivo; son las personas», admite.
En septiembre, conocedor ya de la crisis financiera de la Sociedad Anónima Deportiva rojinegra, inauguró una aventura personal absolutamente alocada. Inició una búsqueda de carácter casi mundial para hallar inversores dispuestos a salvar el proyecto. Ha visitado varios países en Europa del Este, Francia, Italia e incluso Marruecos.
Antes, decidió personarse en la oficina que Joan Oliver para pedirle precio por el club. «Yo creo que pensó que estaba absolutamente loco», recalca. Antes no habían hablado jamás. Desde ese primer contacto, las charlas de Oliver y Gené fueron casi diarias.
El recorrido de Gené dio en el clavo un 9 de diciembre, cuando consiguió convencer a un buen amigo, intermediario en España de Clifton Onolfo y Rusell Platt para que estudiara la operación de compra del club. Se abría la puerta de Estados Unidos, aunque en una situación límite. Casi moribunda para el Reus.
A Onolfo y Platt les avala su fondo de inversión multimillonario. El acuerdo con Oliver llegó la madrugada del domingo al lunes casi en el descuento. Antes hubo una semana de negociaciones intensas para resolver el entramado. Sergi Parés, Xavi Bartolo y el concejal de deportes de la ciudad, Jordi Cervera, se convirtieron también en actores principales. Los dos primeros convencieron a Oliver para que cediera. Cervera, a los nuevos propietarios para que confiaran en Reus. Joan Oliver selló su firma a las 3 de la madrugada. Ni Hitchcock lo hubiera escrito mejor.