El resumen es que no pudo ser, pero detrás de esas tres palabras hay una temporada de competición: aciertos, errores y experiencias. Una temporada en la que el Reus ha estado a punto de meterse en el play-off, algo que parecía extremadamente complejo hace tan solo unos pocos partidos.
No solo fue posible, sino que estuvo ahí. Estuvo muy cerca porque los rojinegros lo compitieron hasta el final y estuvieron realmente a nada de estar en de lleno en la pomada tras dominar el partido ante el Tona, gozar de las mejores ocasiones y recibir dos goles en dos errores aislados.
A pesar del meritorio empate en un campo complicado, los jugadores de Marc Carrasco no pudieron dedicarle el triunfo a la afición desplazada.
Bien que se hicieron notar los más de cien reusenses que, después de dos horas de viaje, se plantaron en Tona para llevar en volandas al conjunto rojinegro –este domingo de blanquiazul–.
Ni siete minutos tuvieron que pasar para que los de Marc Carrasco provocaran el primer ‘uy’ de esos más de cien fieles. Apareció Hugo Toivonen en el punto de penalti para cabecear fuera un gran centro de Aitor Serrano desde el flanco derecho.
El Reus visitante fue el más local que nunca. Se puso el vestido que suele lucir en el Estadi para dominar a un contrincante curtido y que, aunque sea a poca distancia, está por encima en la clasificación.
También eso se puso de manifiesto, pues los tonenses dejaron destellos de calidad que les sirvieron para adelantarse cuando aún no se habían cumplido los catorce minutos de juego.
Ni un triple empate con Prat y Tona ni un cuadruple con L’Escala clasificaría al Reus
Golpearon primero los de Ricard Farrés: Pau Morer, atento, robó el balón a Andy Alarcón en salida y se plantó solo delante de Alejandro Verdejo. El meta rojinegro consiguió parar su disparo, pero Marc Pijuan cazó el rechace y la defensa reusense ya nada pudo hacer para impedir la definición del ‘19’ del Tona con la zurda.
Era el momento de ser valiente y el Reus lo fue. La línea defensiva dio un paso adelante y se anticipó a la delantera local en varias ocasiones para mantener la localización del juego en terreno contrario, que los barceloneses protegían bien posicionados y reduciendo los espacios.
A pesar de verse por debajo en el luminoso, los pupilos de Marc Carrasco no perdieron el foco y continuaron con el plan de partido. Partido que podría haberse equilibrado antes si el equipo arbitral hubiera señalado un más que posible penalti tras una zancadilla meridiana a Toivonen.
«Me voy decepcionado porque veníamos a por la victoria; queríamos llegar a la última jornada con opciones reales y creo que la afición se merecía un premio por todo el sacrificio y el esfuerzo, ya que nunca nos ha abandonado cuando lo hemos pasado mal», Marc Carrasco, entrenador del Reus
Tan claro quedó que el Reus no había perdido ni un ápice de concentración que, pocos minutos después, llegaría el empate rojinegros de las botas de dos de los jugadores con más talento individual de la plantilla.
Alberto Benito, tras una muy buena entrega de Hugo Moreno, se hizo un autopase ante Ferran Generó en el flanco derecho y llegó a línea de fondo para servir un pase atrás que Ricardo Vaz aprovechó para materializar con su zurda.
«A estas alturas de la temporada no es fácil llegar al tramo final de partido jugándotela y teniendo que generar; creo que, a partir del dos a dos, nos ha costado decidir en el último tercio del campo», Marc Carrasco, entrenador del Reus
Pero tan loco fue el partido que no pasaron ni diez minutos y el Tona volvió a ponerse por delante después de una acción que también tuvo su origen en el ala derecha.
Pol Fernández puso un pase raso dentro para que, ya dentro del área y desde la línea de fondo, Pijuan se la sirviera a Dani Ribelles, que batió con la pierna derecha a Verdejo.
Fue el segundo latigazo de un Tona que no fue superior en el juego. El Reus salió tras el descanso igual que en la primera parte: localizando la posesión en campo contrario.
Aitor Serrano estuvo especialmente activo por banda derecha y, de hecho, estuvo cerca de empatar en el 48’ con un disparo con la izquierda que se marchó fregando la cruceta tras una gran jugada individual.
«A toda la gente que se ha desplazado hasta aquí les digo que los quiero mucho y que es la hostia que estén tan cerca de nosotros y que generen esta estima y este impulso... Son el motor», Marc Carrasco, entrenador del Reus
Los locales crearon peligro a cuentagotas. Un centrochut de Ferran Generó se envenenó y estuvo cerca de colarse en el interior de la portería de Verdejo. El Tona se dedicaba a no sufrir atrás y a intentar sacar algo de petróleo del contraataque.
Y, tras intentarlo sin cesar, el Reus encontró premio después de que Aimar Moratalla cometiera un penalti sobre Ricardo Vaz al filo de la línea del área, que el portugués se encargó de transformar en el empate batiendo a David Aroca. Todo quedaba en el aire.
El conjunto rojinegro cerrará la liga el domingo recibiendo al Girona ‘B’ (17.00 h)
Los de Ricard Farrés dieron un evidente paso adelante para intentar reaccionar y de una de esas aproximaciones nació un posible penalti que el colegiado no señaló por unas manos de Xavi Jaime.
El Reus quemó todos sus cartuchos y mantuvo sus opciones vivas hasta el último segundo, pero no pudo conquistar la victoria a pesar de competir hasta el final.