Durante muchos tramos de la temporada se argumentó de manera acertada que el Nàstic era un equipo candidato al ascenso porque su capacidad para hacerse fuerte como local era innegable. Era el mejor equipo en casa y sus estadísticas asustaban. Su rendimiento bestial provocó que pocos observarán con detenimiento su mejora en la faceta de visitante. Durante las últimas semanas, el Nàstic ha sido un equipo que ha bajado su ritmo de puntuación como local, pero que se ha sostenido gracias al paso adelante que ha dado como foráneo.
Este equipo de Dani Vidal ya no solo asusta como local, pese a que suma un empate y dos derrotas en los últimos tres duelos en el Nou Estadi, sino que en su versión de visitante también causa pavor. Así lo reflejan las sensaciones y los últimos números cosechados.
El Nàstic solo ha recibido un gol en los últimos siete partidos que ha jugado fuera de casa. Hablamos de una estadística brutal. Lejos del alcance de casi todos los equipos de la categoría. Un registro en el que ha basado su gran hoja de ruta. Hablar de las victorias del Nàstic como visitante obliga a hacer hincapié en esta versión defensiva del conjunto de Dani Vidal como foráneo. Es muy difícil meterle mano y en toda la temporada solo ha recibido nueve goles lejos de casa, el que menos junto a la Ponferradina.
Si durante toda la temporada el conjunto grana ha sido un equipo mucho más fiable en su versión de visitante que en otros cursos, lo que está haciendo en las últimas semanas es sencillamente irreal. Una racha de 17 de los últimos 21 puntos posibles lejos del Nou Estadi le han convertido en el tercer mejor equipo del grupo I como visitante. En total ha cosechado 25 puntos, los mismos que el Celta Fortuna, y solo le superan el Barça Atlètic (26 puntos) y el Deportivo (31 puntos).
Si entramos ya en una comparación directa de las estadísticas visitantes del Nàstic en Primera RFEF desde su creación, no hay dudas, es la mejor versión grana en esta faceta.
Este año el Nàstic suma 25 puntos lejos de casa, con todavía cuatro partidos por jugarcomo visitante, mientras que el año pasado en toda la temporada solo consiguió un botín de 21 puntos.
La comparativa todavía es más agravante en el primer año de la Primera RFEF en la que el Nàstic quedó cuarto y se metió en el playoff de Vigo en el que se quedó a las puertas del ascenso. Esa temporada, el conjunto de Raül Agné sacó 25 puntos en total como visitante, es decir, cinco menos que este curso con todavía 12 puntos en juego. Los números no engañan.
¿Qué cuatro visitas quedan?
El calendario que tiene el Nàstic como visitante de aquí a final de temporada deja cuatro visitas en las que engordar el saco de puntos logrados fuera de casa es más que factible. Hay dos partidos ante rivales de la parte alta y otros dos ante dos conjuntos que pelean por el descenso.
En dos semanas se visita al Tarazona, un rival que está metido en la pelea por la salvación. Luego hay un partido clave frente a la Cultural Leonesa, el equipo que está fuera del playoff a seis puntos. Luego será el turno de ir a la Nova Creu Alta para medirse a un Sabadell que está luchando contra el descenso. Por último el plato fuerte, la visita al Johan Cruyff.