«Me pone triste, me pone muy triste que quieran ensuciar lo que todos vivimos». Una y otra vez repitió esta frase Kike Pérez, director general del Málaga CF. Fue este miércoles, tras un encuentro con la prensa cuando el mandatario de la entidad andaluza se pronunció sobre la denuncia realizada por parte del Nàstic de Tarragona a Eder Mallo Fernández, colegiado y triste protagonista de la vuelta de la final de la promoción de ascenso a Segunda División A de la temporada pasada.
El Nàstic ha ido con todo. All in de la entidad presidida por Lluís Fàbregas ante una situación que, no únicamente consideran injusta, sino que han encontrado denunciable. Josep Maria Andreu, entonces presidente de la entidad, ya aseguró antes de dar un paso al lado que «iremos con todo, hasta el final». Así ha sido.
La denuncia es contra Eder Mallo, por el arbitraje de un partido no polémico, sino lo siguiente. Pero el club malacitano se ha pronunciado. Se siente atacado y ha pasado a la acción. Kike Pérez aseguró sentirse «muy sorprendidos. Nos parece algo totalmente increíble. Hay que respetar que cada uno acuda a la justicia para velar por sus derechos, pero nosotros como club entendemos que es una manera de ensuciar una hazaña histórica, ya que en el minuto 108 perdíamos 2-0 y marcamos dos goles épicos para poder ascender. Estamos muy sorprendidos y muy tristes». El director general también detalló que «nadie del Nàstic se ha puesto en contacto con nosotros».
Entre otros, el Nàstic denunció a Eder Mallo por «predeterminación y alteración deliberada del resultado del partido». Para ello, se basa en una cena, antes de la noche del partido, donde, según el escrito presentado por el club grana, «varias autoridades de Andalucía y de Málaga manifestaron que tenían el partido controlado». Aunque no se menciona directamente al club, el director general de la entidad malacitana sostiene que «nadie del Málaga estuvo ahí. Estuvimos concentrados con el equipo hasta que fuimos para el partido». En este sentido, quiso defenderse en el caso de que tengan notificación de que se les acusa de alguna ilegalidad: «Si nosotros recibimos una comunicación en ese aspecto, nos defenderemos». Además, defendió a capa y espada a las autoridades malagueñas que estuvieron en Tarragona, ya que «dudo mucho que las ellos, la mayoría de los cuales llegaron a Tarragona el mismo día del partido, dijeran lo que se ha dicho. Es triste, increíble y es una línea roja que han pasado en el fútbol».
«Acusaciones gravísimas»
Para Kike Pérez, lo sucedido el 22 de junio de 2024 fue una historia bonita con final feliz. «Termina un año precioso, con una hazaña histórica. Peleamos hasta el final y luego conseguimos disfrutarlo. En la vida, unas veces te toca ganar y, otras, te toca perder», apuntó el director general quien, en referencia al Nàstic, destacó que «no conseguir el objetivo de la temporada en el último partido es muy duro».
Eso sí, aviso para navegantes: «Las acusaciones son gravísimas. Que nadie se atreva a insinuar nada contra el club, porque nos defenderemos, todos los que estuvimos ahí sabemos qué sucedió después del partido».