Un fatal desenlace de encuentro condenó al Parlem Calafell que vio como el Igualada Rigat le daba la vuelta a su tanto inicial en cuestión de 10 minutos. Los del baix Penedès cayeron por 1-3 en el Pavelló Les Comes en el partido de ida de los octavos de final de la Europe Cup, segunda máxima competición continental. El Joan Ortoll tendrá la última palabra el próximo sábado 14 (19:30h).
La capital de la Anoia daba cita a una final anticipada. El Igualada, vigente campeón de la WSE, recibía a un Calafell que hizo lo propio en 2022, cuando conquistó su único título europeo.
Se trataba además del primer duelo de un total de tres encuentros seguidos entre arlequinados y verdes. Antes de la vuelta de octavos, ambos conjuntos se medirán en la 10ª jornada de OK Liga, el domingo 8 a las 16:10h. Unos partidos en los que el Calafell esperará contar con una de sus primeras espadas, Joaquín Olmos, con problemas con el visado.
Esta acumulación de partidos dio pie a que tanto Igualada como Calafell escondieran sus cartas en un arranque de encuentro especulativo. Los dos equipos estaban bien plantados en pista, esperando su ocasión en la transición.
Carles Domènech obligó a intevenir a Torrents con un disparo de cuchara que el meta desvió con el casco. Por su parte, el Igualada cargó sus ataques en Cañadillas, que avisó con un remate a la media vuelta.
El encuentro contaba con un componente especial, con la vuelta a Igualada del jugador Aleix Marimon, equipo donde se formó, y del técnico Guillem Cabestany, que vivió una de sus mejores etapas como jugador en Les Comes.
Tras el descanso, los dos equipos subieron líneas en ataque, lanzados a por el primer gol. Iba a ser Folguera quien encontrara premio a su insitencia. Domènech cedió por detrás de la portería y el remate de Folguera se coló al fondo de la red con un tanto de fortuna, tras rebotar en un defensor.
El Calafell se defendió con la bola ante un Igualada espoleado por su afición. Gerard Camps se multiplicó para repeler todas las ocasiones locales.
En la jugada posterior, Ruano igualó el marcador completando un sprint en transición con un cañonazo al ángulo. Minutos más tarde, Rouze desató el júbilo abriéndose hueco y conectando un disparo raso para el 2-1. Cuando los dos conjuntos parecían aceptar el marcador, Fernández cazó una bola dividida para hacer el tercero a tres segundos del final.