El rostro de Dani Vidal reflejaba claramente el sufrimiento vivido en el Nou Estadi. El gol en la agonía de Mario Rodríguez le permitió seguir una semana más en el banquillo grana. Fue en la agonia y lo celebró con esa emoción que todavía permanecía en rueda de prensa.
Valoración de la victoria
«Estamos muy felices. El vestuario es una fiesta. Sabíamos lo que había en juego. En casa estamos bien, pero el déficit fuera de casa hace que aquí no podamos perdonar. La primera parte ha sido la peor como local en toda la temporada y ha sido floja. Te pones por delante en una acción a balón parado. Esto es fútbol y ya era hora que nos tocase de esta manera. En la segunda mitad te empatan en una acción aislada. En la segunda parte hemos dominado, hemos tenido muchas llegadas. El gol ha llegado en el último minuto y he estado muy feliz. Nos acercamos a la parte de arriba que es dónde queremos estar».
Punto de inflexión
«Creo que estas cosas pasan por algo y cuando te pasa a favor es una señal. También digo que sacando el partido de la semana pasada, que es un hecho aislado, la línea del equipo es buena y tiene la dirección que el cuerpo técnico quiere».
Suerte de cara
«Hemos hecho méritos para llevar algún punto más, pero esto no va de méritos va de goles».
Celebración eufórica
«Nos jugamos muchas cosas y cuando tu ves que haces un partido en casa muy normalito en la primera mitad y vas por delante en el marcador y ves que empatan en una acción de la nada en la segunda mitad, no es fácil. Se acababa el tiempo y la alegría ha sido tremenda».
Mejorar fuera
«Hay que ajustar cosas, seguro. El Logroñés hay que ver que defectos y virtudes tienes. Hay que dar esos matices, pero sin volverse loco porque creo que el rendimiento del equipo a nivel de juego fuera de casa no ha sido tan malo como indica el descenso de puntos».
Halagos al entrenador rival
«Molo ha sido un compañero de 10. Me ha dicho que me calmara, que disfrutara del momento y ha sido ejemplar. No es fácil portarse así cuando has perdido un punto en el 90’».
