«Muy enfadado», así acabó el partido el técnico del Nàstic, Dani Vidal, con la actuación del colegiado Éder Mallo. El preparador grana no entendió el motivo por el que el árbitro invalidó el gol de Marc Fernández en el minuto 27 de partido: «El gol es un salto limpio», decía en sala de prensa. Intentaba controlarse, entender que «los árbitros, como nosotros, a veces están más acertados y otros no», pero no podía olvidar como lo que «creo que ha sido un partido limpio, disputado, intenso y acabamos con seis tarjetas amarillas y el rival ninguna».
El Deportivo llevaba toda la semana hablando de las últimas actuaciones que había sufrido. Preguntado sobre si esa presión había podido influir en las decisiones del árbitro, Vidal prefirió callar: «La respuesta sería muy fácil y seguramente jugaría en nuestra contra». «¿No va a dar una respuesta sincera?», le insistieron. «Mejor no», concluyó.
En su valoración del partido, el entrenador del Gimnàstic señaló que «hemos entrado bien al encuentro, que era muy importante para nosotros, jugando en campo rival y marcando un gol legal». Un tanto que dadas las circunstancias en las que llegaba el Deportivo, que no había ganado en su estadio todavía esta temporada, «hubiera puesto un escenario diferente». Luego, en la segunda mitad, «sabíamos que iban a tener su momento porque son un equipo con buenos jugadores», admitió.
En este sentido, Dani Vidal espera mejorar y hacer que «los momentos del rival provoquen menos ocasiones al rival que hoy». Por el lado positivo, el entrenador quiso destacar que incluso «con diez hemos presionado al rival, sacando centros al área». «La línea del equipo sigue siendo buena. El equipo nunca pierde la cara al partido», concluyó el preparador del conjunto tarraconense.
