Arabia Saudí tendrá hoy su primer clásico en una final de la Supercopa de España, de la que acogen su tercera edición, con los porteros, el belga Thibaut Courtois y el alemán Marc-André Ter Stegen como grandes protagonistas al propiciar con sus paradas, durante los 120 minutos y en las tandas de penalti, que Real Madrid y Barcelona se jueguen el primer título de la temporada.
«No estamos a tope», reconoció Ancelotti tras eliminar al Valencia. Palabras sinceras del técnico italiano que reflejaban lo visto en el terreno de juego el miércoles, como también en el último partido de Liga, en la derrota contra el Villarreal (2-1). El Real Madrid repitió los errores que detalló Ancelotti, como la falta de concentración y de contundencia defensiva que a punto estuvo de costarle la eliminación. No está el conjunto blanco a un gran nivel físico tras el parón por el Mundial, y se nota en el bajón de rendimiento de dos pilares del equipo: el uruguayo Fede Valverde y el brasileño Vinícius Junior; ambos no marcan ni asisten con el Real Madrid desde el 2 de noviembre, seis y cinco partidos, respectivamente.
En el parte de bajas, los de Ancelotti han recuperado a los 'tocados' menos a Lucas Vázquez, que estará un mes y medio en el dique seco. Por su parte, Xavi cuenta con todos disponibles, si bien Ousmane Dembélé y Frenkie de Jong terminaron el partido contra el Betis algo renqueantes.
El técnico azulgrana ha insistido en la oportunidad de oro que supone el partido para el Barcelona, no solo por la necesidad que tiene de levantar el primer título oficial tras el adiós del argentino Leo Messi en verano de 2021, sino por encontrar un punto de inflexión que le permita despejar el mar de dudas en su juego.
En la semifinal contra el Betis, se repitió el guión vivido en el último partido liguero contra el Atlético de Madrid (0-1). La efervescencia volvió a hacer acto de presencia. La puesta en escena fue notable, pero a la media hora de partido el Barça se diluyó como un azucarillo.
Con todo, el Barça está a una victoria de saborear, de nuevo, lo que significa levantar un título, aunque sea el menor de los cuatro que puede ganar esta campaña. Todo ello sin olvidar otros alicientes como ganar al eterno rival, celebrar el primer título de la era Xavi o evitar que el Real Madrid le iguale como rey de la Supercopa de España, con trece títulos. El Barça no guarda un buen recuerdo del último clásico liguero. El equipo blanco dio muestras de su jerarquía anulando al equipo azulgrana, sin ideas ni personalidad para responder.
Todo apunta a que Xavi volverá a recurrir a Araújo como lateral. Koundé y Christensen liderarían el eje de la zaga, con Alba y Balde como principales alternativas en el lateral izquierdo. En la medular, el egarense deberá decidir si apuesta por jugar con cuatro centrocampistas, como ya hizo en la última victoria en el Metropolitano, o salir con un sistema clásico de tres centrocampistas y tres puntas.