El Nàstic comenzó la temporada con cuatro delanteros y en estos momentos tiene a dos lesionados (Édgar Hernández y Pablo Fernández) y a los otros renqueantes (Fran Carbia y Pablo Fernández). El frente ofensivo anda magullado y lo cierto es que no tiene un dueño fijo. Este contexto ha provocado que el conjunto grana haya decidido lanzarse a por un delantero en el mercado de invierno que está a la vuelta de la esquina y ya hay un nombre señalado en rojo: Juan Camilo Becerra.
El ariete cafetero es el favorito para reforzar la punta del ataque. No existen dudas que sería un futbolista que le daría el salto cualitativo a una delantera que lo pide a gritos porque anda corta de efectivos y añora la figura de ese jugador regular de cara a portería. Becerra encaja con el perfil que buscan los granas. Un jugador contrastado que ha jugado en el barro varias temporadas y que tiene gol, tal y como ha demostrado en sus clubes anteriores. En el Espanyol B anotó 11 goles la pasada temporada y en el Cornellà consiguió seis tantos en la temporada 2019/2020. La misma cifra que había conseguido el curso anterior en el Teruel.
El nombre del cafetero no es la primera vez que aparece en la agenda de la dirección deportiva del Nàstic. En el pasado mercado de verano ya estuvo entre los candidatos a reforzar la delantera, pero apareció la opción de la Ponferradina en Segunda División y rompió el sueño. En el Toralín está viviendo una aventura complicada y solo ha podido sumar 30 minutos repartidos en cuatro partidos en lo que va de primera vuelta. No lo tiene fácil y no parece que vaya a revertir la situación, ya que por delante tiene a dos de los puntas con más prestigio de la categoría de plata como son Yuri y Sergi Enrich.
Una situación insostenible para un jugar de solo 23 años que necesita jugar para su crecimiento. La preocupación es tal que su club de propiedad, el RCD Espanyol, ya contempla romper la cesión y mandarle a otro club en el que pueda recuperar el tiempo perdido. Allí aparece el Nàstic en escena. Las relaciones entre ambos clubes son idílicas y en Tarragona se aseguraría los minutos que ha añorado en estos primeros meses de competición. Una fórmula que ya se hizo con Gonzalo Ávila ‘Pipa’ y que funcionó. No sería el primer jugador de la plantilla con pasado perico reciente, ya que Nil Jiménez fue su compañero la pasada temporada en el filial blanquiazul. Un Espanyol B por el que también pasaron Robert Simón y Carlos Albarrán en un pasado.
Un mercado agitado
El nombre de Juan Camilo Becerra no es el único que ha tanteado un Nàstic que tiene el casting abierto para reforzar su delantera. Otra opción que se ha estudiado es la de Rodri Ríos, punta que también estuvo en la órbita en un pasado y que actualmente se encuentra sin equipo tras rescindir con el Bristol. En todo caso, Becerra está por delante en las preferencias, ya que pese a que no ha jugado apenas tiene ritmo competitivo al estar en la dinámica de entrenamientos de un equipo de Segunda División como es la Ponferradina.
La incorporación del delantero obligará al conjunto grana a liberar una ficha no sub-23. No será la única, ya que más allá del delantero, el Nàstic también tiene en mente apostar por la llegada de un mediocentro que compita con Javier Ribelles por el puesto de pivote defensivo. Este hecho provocará que sea casi seguro que en el mercado de invierno haya dos bajas de jugadores mayores de 23 años, aunque todo apunta también se caigan de la plantilla alguna ficha sub 23.