Bastan cinco minutos en el campo de prácticas del Lumine Golf. Todas las miradas se dirigen a la niña morena, la que lleva el pelo recogido, la que viste polo y falda fucsia. La pequeña sitúa la bola en el tee de salida; no la pierde de vista mientras coloca sus pies y cuerpo y agarra con fuerza la empuñadura del palo; arquea hombros y brazos ... y golpea. La pelota sale a una velocidad tremenda. Ella sigue con atención la parábola que se dibuja en el cielo. Su drive ha sido espectacular. Andy Gordon, el responsable de la academia del club, no pierde detalle de la escena. Anna Cañadó (Reus, 2006) sonríe unos segundos, y de inmediato se prepara para ejecutar de nuevo esa misma maniobra.
Es viernes, el día en el que la jugadora reusense acostumbra a entrenar en el campo ubicado en La Pineda (Vila-seca). Pero no es un viernes cualquiera. Cinco días atrás, en las instalaciones de Vallromanes, Cañadó se alzaba con el título de campeona de Catalunya. El de la categoría alevín. Y no paran de darle la enhorabuena. Aunque está ya acostumbrada. De hecho es el tercero consecutivo que alcanza. En 2016 y 2015 ya se hizo con el primer puesto, ambos como benjamina.
Esta vez su victoria ha sido, si cabe, más contundente. Sacarle 13 golpes a la segunda clasificada y 17 a la tercera , habla por sí solo de la manera como se proclamó campeona. A su contundente drive que la convierte en una pegadora atípica por su edad se le une una elevadísima velocidad de swing. Y en el juego corto, su técnica es exquisita. Aspectos que unidos a su competitividad explican esos resultados. Su handicap lo dice todo: 8,6 a sus 11 años.
Anna, de hecho, lleva el golf en los genes. Su padre, Xavi, y su madre, Cristina, son jugadores amateurs desde hace tiempo. Y su hermana Marta (14 años, handicap 4) también es una de las mejores jugadoras del circuito catalán juvenil. Los cuatro se iniciaron en este deporte que tanto les apasiona en el campo del Reus Aigüesverds.
La pequeña de los Cañadó Espinal lleva cinco años jugando -tenía seis cuando dio sus primeros golpes- y los entendidos aseguran que su futuro promete por esa técnica que la convierte en distinta y a la vez especial.
Su próximo reto es ahora el Campeonato de España que se disputará dentro de un mes en Sancti Petri, en Cádiz; a corto plazo también, aunque ya la próxima temporada, tendrá la posibilidad de acudir al Campeonato de Irlanda, junto a la flor y nata mundial en categorías base.