André Onana (Camerún, 1996) no es un guardameta cualquiera en el escaparate mundial del fútbol actual. Probablemente estamos hablando de un Top 10 que vive uno de los instantes más delicados de su carrera debido a un error humano. Mientras su pareja completaba el proceso de embarazo, el portero se medicó con un instrumento que para la UEFA no resultó reglamentario. Ese pequeño despiste le ha supuesto un tremendo dolor de cabeza en forma de sanción. Un año.
El período para regresar al verde finalizaba en febrero del próximo curso, aunque el recurso al TAS le ha ofrecido una muy buena noticia en los últimos días: Onana podrá volver en noviembre. El Tribunal Arbitrario del Deporte le ha dado la razón como falta propiciada por error humano, le ha reducido el castigo y le ha devuelto la sonrisa.
Los trayectos del actual portero del Ajax y del preparador especialista del arco Yvan Castillo (Móra La Nova, 1979) se cruzaron gracias a esa sanción. Onana precisó de un entrenador que se dedicara en cuerpo y alma a su preparación y pidió consejo a un amigo en común que mantiene con el ebrense.
El entendimiento resultó sencillo. Castillo solo puso una condición; las sesiones debían realizarse en España para generar un contexto idóneo de trabajo; instalaciones, clima y control milimétrico de las sesiones. Aceptó Onana y Salou se ha convertido en un lugar idílico para la redención.
«Me he encontrado con una persona humilde, el feeling ha surgido desde el primer momento», asegura Castillo. El meta del Ajax sabe lo que significa alcanzar un subcampeonato de la Europa League y unas semifinales de Champions. Se ha pasado los últimos cinco años en el prestigioso club holandés, donde sus cualidades han empezado a llamar la atención.
A pesar de su altura, 1.91 metros, dispone de un extraordinario juego de pies, es ágil y dinámico, un portento físico. Se educó en la Masia del FC Barcelona gracias a la Fundación de Samuel Eto’o. Él acaba de crear la suya. Ejerce como capitán en la actual selección absoluta de Camerún.
La rutina de entrenamientos que le ha diseñado Yvan Castillo contempla la máxima profesionalidad. Hay trabajo de lunes a sábado.
El plan engloba todos los apartados: físico, táctico, técnico, psicológico y nutricional, con doble sesión tres días por semana. Incluso se han añadido al pequeño staff fisioterapeutas y nutricionista. No le falta de nada. De hecho, por el Complex Esportiu Futbol Salou han pasado colaboradores de lujo para participar en los en la dinámica de Onana. Se han dejado ver el crack del fútbol playa torrense Llorenç Gómez, el portero Pau Torres (Lleida) o el exjugador del Nàstic ahora en el Levante Roger Brugué.
Todo ese ideario lo lleva a cabo durante tres se las cuatro semanas de cada mes. La cuarta la realiza en Holanda con un plan específico del mismo Castillo.
A pesar de la inactividad, el técnico ebrense se ha encontrado con un meta optimista y con afán de superación. «Psicológicamente ha venido en un estado fantástico, me ha sorprendido su predisposición. No sólo es una experiencia deportiva para mí, también de vida. El vínculo humano hemos creado es fantástico», confirma Castillo.
Con 25 años y un currículum extraordinario, Onana no ha presumido en ningún momento de su sala de trofeos particular. Ha aparcado los premios para someteré a una preparación detallada y sobreponerse al tiempo invisible que genera una sanción de estas características. Su desafío pasa por comparecer en el universo fútbol mejor que hace unos meses, cuando ese castigo le cortó las alas.