Dani Vidal no se cansaba de repetir en la sala de prensa del Nou Estadi que si se podía mejorar la plantilla se iba a hacer. A veces las afirmaciones caen al vacío sin peso alguno, pero otras anticipan lo que puede suceder. En este caso, el técnico tarraconense, sin saberlo, estaba dibujando que el Nàstic iba a realizar un movimiento en la sala de máquinas totalmente inesperado. Porque la demarcación que parecía inamovible no lo ha sido. ¿El motivo? Hubo un crack que se puso a tiro.
Álex López, que firmó ayer hasta el 30 de junio de 2025, representa el fichaje que necesitaba el Nàstic para elevar todavía más su listón competitivo. Borja Martínez es uno de los mejores mediocentros de Primera RFEF, pero es que Álex López es un centrocampista de otra categoría. Ya ha jugado en Segunda División y da con el nivel perfectamente para volver a hacerlo, pero ha elegido Tarragona para retomar una carrera que ha perdido fuelle en Grecia. Necesitaba volver a colocarse en el foco nacional y el Nàstic le ofrece ese ecosistema competitiva en el que él crece.
Si al Nàstic se le echó algo en falta en los partidos a nivel ofensivo de la pasada temporada es algo más de fluidez en la base de la jugada. Había ocasiones en las que los rivales desgastaban a los granas situándose en un bloque bajo que incomodaba y mucho a los de Dani Vidal. El equipo tocaba y tocaba en salida, pero nunca encontraba esa velocidad de pases que permitiera romper a la estructura rival con naturalidad. Eso provocó que los granas se dejasen puntos inesperados en casa en duelos como los de ante el Teruel o el Unionistas. Derrotas que siguieron un mismo guión: un rival que no propuso, que esperó y que aprovechó esa falta de fluidez tarraconense.
Álex López es una pieza futbolística que reúne tanto talento que él por sí mismo puede ser la solución a un problema. El egarense es un mediocentro posicional con capacidad para jugar tanto en el doble pivote como en posiciones más adelantadas si la estructura de juego lo pide. Un jugador que juega y hace jugar y que no teme a la hora de asumir la responsabilidad en la base de la jugada como a la hora de acelerarla. Por eso a lo largo de su carrera ha actuado tanto de pivote, como de interior e incluso como trequartista. En función de la posición asume uno u otro rol, pero lo que siempre quiere es la pelota cerca porque cuando tiene la virtud de mejorar las jugadas.
Interés grana en un pasado
El nombre de Álex López no es la primera vez que suena con el Nàstic, aunque en esta ocasión sí que se producirá el vínculo entre entidad y jugador. Fue en el verano de 2018 cuando la entidad grana le pidió su cesión al Espanyol B, pero el filial perico no aceptó la cesión. Ese año debutaría con el primer equipo blanquiazul en Primera División.
Tras ese curso, Álex López se marchó cedido al Lugo en Segunda División en una temporada en la que no fue titular indiscutible, pero sí que sumó inicios y minutos en tierras gallegas. Tras su buena cesión, el egarense repitió la fórmula, aunque se marchó al Mirandés en el mercado de invierno. En Anduva año y medio y ofreció un nivel acorde a la categoría.
Siempre fue importante en la sala de máquinas y por eso sorprendió tanto su marcha al Alcorcón en el verano de 2022. Álex López se baja al barro de Primera RFEF para liderar al conjunto alfarero. La apuesta fue arriesgada, pero ganadora porque comandó al Alcorcón al ascenso.
En tierras madrileñas, Álex López perdió la titularidad de manera sorprendente ya en Segunda División. Un contexto que provocó que mirara al extranjero y se marchara al Kalamata FC de la Superliga 2 griega, una aventura que solo ha durado seis meses.
El egarense está de vuelta en el fútbol español y el Nàstic por fin ha conseguido su llegada. Llega un mediocentro diferencial. Uno de esos que cambian el tempo de los partidos. Puede ser uno de los fichajes del verano.