El hogar de los Montiel Caruso respira pádel por los cuatro costados. Entrenador y exprofesional el padre de familia, Gonzalo; y vinculada también a este deporte desde hace unos años su esposa, Natalia (es la actual directora del complejo de MarCambrils) a nadie le extraña que acabara también cautivado el pequeño de la familia, Álvaro (Cambrils, 2005). Cogió tan pronto la pala que prácticamente puede decirse que se crió entre las pistas de juego; era habitual verle pelotear desde pequeño entre clase y clase y son muchos los jugadores amateurs que, tras recibir una sesión de entrenamiento con su padre, aún le recuerdan correteando por la moqueta.
Aquel divertimento inicial de Álvaro evolucionó hacia una progresiva mejora técnica con el paso del tiempo. Tras el perfeccionamiento llegaron sus primeros títulos importantes y su condición de número 1 en la etapa de menores. Tan avanzado era su nivel que poco después abandonó las categorías inferiores para foguearse ya, a partir de entonces, con los absolutos. Con 16 años, por ejemplo, disputó ya su primer torneo del World Padel Tour.
Su precocidad ha sido tal que esta pasada temporada el cambrilense (ahora con 17 años) ha sido el más joven jugador de entre los habituales del Premier Padel, el circuito que ha revolucionado este deporte impulsado por la Federación Internacional con el respaldo económico del catarí Nasser Al-Khelaïfi.
Su experiencia en Premier Padel y en torneos FIP ha sido tan buena que Álvaro, arropado completamente por su familia, ha tomado la decisión de intentar profesionalizarse a través de esta competición. De hecho se dedica ya únicamente al pádel, tras completar sus estudios de la ESO.
«Por ser mi primera temporada dedicado 100% al pádel considero que ha sido buena; podía haber hecho mejores resultados porque algunos partidos se han escapado por detalles. Pero estoy contento. Sé que tengo margen y que este próximo año lo haré mejor», resume Montiel, a punto de alcanzar la mayoría de edad (el próximo 4 de febrero) y situado ahora mismo en el puesto 134ª del ránking internacional FIP en el que figuran 1.500 jugadores.
En la temporada de su estreno en el Premier Padel ha tenido la oportunidad de jugar por ejemplo en Doha (Catar); en el Foro Itálico de Roma; en Roland Garros, en París; y en el WiZink Center de Madrid, entre otros escenarios, así como en torneos FIP en Francia, Italia, Holanda y Noruega. Toda una experiencia a pesar de no haber podido alcanzar el cuadro final. «Las semifinales del FIP Gold de Alkmaar junto a Alvaro Sola es el resultado del que me siento más orgulloso», admite el joven jugador.
Álvaro tiene claro que ha elegido el camino correcto para profesionalizarse: «Para mí Premier Padel es el circuito del futuro; en un año o dos será líder. En sus torneos y en los FIP me ayudan económicamente en la hospitalidad, comidas, transporte; tienen un trato increíble, como en el tenis; se cuida y ayuda al jugador y no es tan difícil ganar puntos y premios económicos como en el World Padel Tour, donde debes superar cinco partidos de previa y llegar al último para que te paguen el hotel de esa noche; en esas condiciones es imposible seguir una gira mundial para los jóvenes como yo o los jugadores que no son top».
Montiel cuenta con el handicap de no tener una pareja fija de juego. Según explica «hoy en día es difícil encontrar un compañero sólido, con el que te lleves bien dentro y fuera de la pista y que se tome en serio la competición». Esta pasada temporada los argentinos Valentino Acosta y Exequiel Mouriño fueron los compañeros con quienes más jugó y mejores resultados logró. La próxima tiene apalabrado comenzarla con el francés Jerome Inzerillo.
Le acompañan en su camino patrocinadores como Sane (pala y ayuda económica); Munich Sports (ropa); You Can Fit (físico); Marina Rodríguez (fisio); Carvisa Caravaning; Fit Line; Best Hotels; MarCambrils y CUB Sports Centre (pistas e instalaciones).
Y por supuesto le apoya su familia, que se ha volcado absolutamente con él. Cada uno de sus integrantes forma parte de su equipo: Gonzalo, su padre, ejerce, además de entrenador, como mánager con las marcas y patrocinadores; Flor, su hermana, es la responsable de las redes sociales e imagen (videos y fotografías); y Natalia, su madre, cuida hasta el más mínimo detalle de su alimentación.
