«Ali Sadpara fue sin duda un puntal en nuestra expedición al Broad Peak. Un tipo excepcional, muy profesional, el compañero ideal con el que preparar una expedición de envergadura en el Himalaya, el mejor de aquella cordada». Òscar Cadiach se emociona al recordar a Ali Sadpara, el alpinista pakistaní desaparecido el viernes en el K-2 junto al islandés John Snorri y el chileno Juan Pablo Mor durante su ataque a la cumbre de 8.611 metros.
Mientras habla contempla una fotografía suya junto a Ali, ambos en la cima del Broad Peak el 27 de julio de 2017, que cuelga en su tienda de deportes de montaña de la calle August de Tarragona. Aquel día los dos, el porteador baltí Yusuf y el alpinista turco Tunç Findik, pisaron la cumbre, de 8.047 metros, con la que el tarraconense culminó sus 14 ochomiles y se erigió en el primer alpinista catalán en conseguirlos, sin la ayuda de oxígeno adicional, tras un ataque de 15 horas ininterrumpidas de esfuerzo desde el campo III.
La experiencia y veteranía de Sadpara dieron el aliento definitivo a Òscar Cadiach para alcanzar un Broad Peak principal que hasta entonces se le había atragantado en sus tres expediciones anteriores (2016, 2015 y 2014).
Ali contaba entonces con dos ascensiones al propio Broad Peak, aunque en su palmarés destaca sobre todo su invernal al Nanga Parbat junto a Simone Moro y Alex Txikon (2016) y la cima del K-2 (2018); suma en total ocho ochomiles. «Siempre ha sido un alpinista noble, íntegro y humilde, adaptado a la dureza de los ochomiles, en invierno y verano», añade Cadiach, conmovido desde que se conoció la desaparición de su amigo, de 45 años.
Una persona pakistaní de la vall d’Skardu i poble de Sadpara. Alpinista noble, íntegre i humil, adaptat a la duresa del Karakorum i els vuitmils tant a l’hivern com a l’estiu. Així és @ali_sadpara, el millor. (1/3) pic.twitter.com/tOzMLCYBj4
— Oscar Cadiach i Puig (@OscarCadiach)February 8, 2021
«Que hayan desaparecido los tres apunta a que posiblemente sufrieron juntos algún percance. Ojalá aparezcan vivos, pero a medida que pasan las horas es más complicado porque en el punto en el que se les perdió la pista las condiciones son extremas», asegura Cadiach acerca de las temperaturas de -50 grados que se alcanzan en invierno en el K-2 entorno los 8.000 metros.
Las últimas referencias sitúan a Ali Sadpara, John Snorri y Juan Pablo Mor a 8.200 metros, en el cuello de botella, la zona más delicada, cuando se dirigían hacia la cumbre, de 8.611 m. por la vía de los Abruzzos. Así lo ha explicado el hijo de Ali, Sajid, que se dio la vuelta en ese mismo punto tras encontrarse mal y regresó hacia el campo III para esperarles. Los tres desaparecidos no llevaban walkies ni teléfono vía satélite y eso dificulta su rescate.
Desde el viernes helicópteros del ejército de Pakistán, donde Ali Sadpara es un auténtico héroe nacional, sobrevuelan la zona sin éxito. La pasada semana falleció en el K-2 el búlgaro Atanas Skatov y el 16 de enero, el catalán Sergi Mingote.