Lejos del prestigio que levantan en países como Estados Unidos, las competiciones universitarias comienzan a abrirse camino en España. El gran nombre de participantes, en ocasiones incluso por encima de algunos Campeonatos Absolutos, y la presencia de los mejores deportistas en determinadas modalidades, elevan el nivel de competitividad a niveles máximos. En kárate, Àlex Asna se ha convertido en uno de los mejores deportistas universitarios, con dos títulos consecutivos de Catalunya.
En su debut, el año pasado el tarraconense, estudiante de Relaciones Laborales en la Universitat Rovira i Virgili (URV) por la que compite, venció a todos sus rivales y se colgó la medalla de oro. El título en su primera participación (en la categoría -67kg) fue suficiente meritorio como para que el jurado del premio al mejor deportista universitario de kárate decidiera adjudicárselo al joven Asna.
La victoria le dio también el billete al campeonato estatal universitario. Su irrupción en el panorama nacional fue brillante y solo quedó empañado por una decisión arbitral que le dejó fuera de la lucha por las medallas. Tuvo que conformarse con el cuarto puesto.
Hace dos meses Asna revalidó el título universitario catalán. Una nueva oportunidad para asaltar el título nacional. «Estoy más entrenado que en el Campeonato Absoluto de España de este año», explica Álex. Una competición que llegó demasiado pronto. En febrero. Extrañamente, precedió al Absoluto de Catalunya cuando la lógica y el transcurso habitual del año competitivo hace que el desarrollo de estos dos torneos sea justo al revés. En Guadalajara Asna no paso de cuartos de final.
Meses después, llegó el catalán, donde sí obtuvo el preciado metal, un bronce que supo a gloria, ya que le permite colocarse entre los preseleccionados de toda España y competir por el único billete para el Mundial de Kárate. «Cuesta mucho ir a un Europeo o un Mundial, porque solo hay una plaza por peso. Hay grandes competidores, pero no es imposible», asegura convencido.
Desde que con 4 años empezó con el kárate su objetivo era proclamarse campeón Absoluto de Catalunya. Lo logró en categorías inferiores. Tiene tres títulos catalanes. Le falta el oro en sénior. En 2014 se quedó a las puertas.
Tarragona 2017
En el futuro a largo plazo de Asna figura una competición en letras mayúsculas. Los Juegos Mediterráneos Tarragona 2017. El kárate no es modalidad en los Juegos Olímpicos, pero sí lo es en la versión mediterránea. Una cita que Àlex no quiere perdersea. «Me hace mucha ilusión poder participar en los Juegos. Ya pude competir en casa en un Campeonato de España en Sub-21, con un cuarto puesto, también por decisión arbitral, y la verdad que ante tu gente es muy motivador», explica.
Pero para Asna «el kárate no es solo competición. Es una parte, que dura unos años. Las aptitudes y valores que aporta es para toda la vida. Yo soy karateka las 24 horas del día».
Su amor por este arte marcial viene de familia. Su padre y su hermano lo practican y al joven Asna le entró de manera naturaldesde bien pequeño. Observaba atentamente los ejercicios que realizaba su padre. Siempre iba un paso avanzado al ritmo que le tocaba. Así, cuanto todavía lucía el cinturón naranja aprendía los movimientos que su padre practicaba para examinarse del tercer dan. Los mismos que luce Alex Asna ahora en su cinturón negro.
Esta tradición familiar está a un paso de convertirse también en sustento económico. En los próximos meses abrirán en Valls su propio gimnasio, el Gimnasio Asna. Àlex espera que cuando con 60 años siga dando clases, en sus paredes luzcan el título de Relaciones Labores y el Campeón de España Universitario. Como mínimo.